La Página de Bedri
Vino Verdejo negro
En el siglo XVIII se refería Jovellanos a esta variedad, en sus Diarios, como la mejor, y esa sigue siendo la opinión mayoritaria entre los cosecheros actuales. Suárez Cantón la describió como variedad tinta muy buena, de racimo apretado, uva crecida, prolongada en forma de huevo de pájaro, de color negro violáceo, carnosa, hollejo fino; gusto fresco y agradable, zumo claro de muy poco tinte. Huetz de Lemps (1967) confirmaba más tarde que era una de las variedades más cultivadas en la zona y la de mejor calidad. Según Hidalgo y Candela (1971), ocupaba en 1971 un 10% de la superficie cultivada provincial. En el Catastro Vitivinícola de la provincia de Asturias (1981), se habla de un "verdejo blanco” del que además se dice que es la variedad más extendida y apreciada en la zona. Este es un tremendo error que debe ser subsanado cuanto antes, pues como se ha explicado anteriormente puede traer graves consecuencias, ya que esta es la variedad que debe se plantada de forma mayoritaria para obtener unos buenos tintos. El verdejo negro aporta grado, color y acidez, cierto carácter de frutas del bosque, especialmente apta para crianzas. El brote es de densidad media de pelos tumbados y pigmentación antocánica débil, formando un ribete por el borde. La hoja adulta tienen limbo a veces pentagonal y a veces orbicular; con cinco o siete lóbulos; seno peciolar con lóbulos superpuestos y la base en V; senos laterales abiertos, de profundidad media o poco profundos y con la base en V; densidad baja de pelos tumbados por el envés. La longitud del racimo es de 9,4 cm compactos, uvas con forma ligeramente elipsoidal, de color rojo violeta oscuro, pulpa no coloreada y sin ningún sabor particular. La mayoría de las uvas llevan una o dos semillas y el peso de éstas es de 0.0336 gr. |
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