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Situación del Paisaje Protegido de la Sierra del Sueve Mapa de carreteras del Paisaje Protegido de la Sierra del Sueve La Sierra del Sueve se localiza muy próxima al mar, en la zona centro-oriental asturiana ocupando una superficie de 81 Km2 repartidos por los concejos de Caravia al noreste, Colunga al noroeste, , Ribadesella al este, y Piloña y Parres al sur. Los límites considerados por definir este espacio son los de la actual Reserva Regional de Caza del Sueve. Es un macizo calcáreo, que surge junto al mar lo que le confiere una gran singularidad, y representa un enclave de gran interés para la conservación de algunos elementos naturales en un territorio tan alterado como es la costa asturiana. Otra de las razones para su protección es el gran valor paisajístico y ecológico. El Paisaje Protegido de la Sierra del Sueve constituye un resalte topográfico de orientación suroeste-nordeste, bien delimitado entre las áreas llanas de las rasas costeras y el surco prelitoral, que se extiende hacia la depresión central de Asturias. Su carácter de promontorio rocoso en un área sustancialmente llana le confiere un papel principal en la definición del paisaje del oriente asturiano. El mirador situado en el Puertu del Fitu y las partes más altas de la Sierra constituyen una excelente atalaya para la contemplación de las rasas costeras desde Caravia a Villaviciosa. AccesosLa Carretera Comarcal AS-260, de Arriondas a Colunga lo atraviesa en sentido Sur-Norte pudiendo llegar hasta Colunga a través de la autovía A-8 (Autovía del Cantábrico) o de la la N-632 que atraviesa este concejo de este a oeste y comunica la capital con Caravia y Villaviciosa. A Arriondas se puede llegar a través de la N-634, que lleva a Santander. RelieveEl Paisaje Protegido comprende en la práctica dos sierras casi contiguas. La principal, El Sueve, constituye una mole caliza que alcanza su máxima altura en los 1161 m del Picu Pienzu. A pesar de la dominancia del roquedo calcáreo, aparecen en su vertiente noroccidental algunos afloramientos pizarrosos que contribuyen a diversificar el paisaje. La de El Fitu, en cambio, es una sierra de escasas dimensiones situada al este de la anterior y de litología principalmente cuarcítica. El Paisaje Protegido de la Sierra del Sueve constituye un resalte topográfico de orientación suroeste-nordeste, delimitado entre las áreas llanas de las rasas costeras y el surco prelitoral, que se extiende hacia la depresión central de Asturias. Su carácter de promontorio rocoso en un área sustancialmente llana, le confiere un papel principal en la definición del paisaje del oriente asturiano. Este espacio comprende en la práctica dos sierras casi contiguas. La principal, El Sueve, constituye una mole caliza carbonífera de la Formación Caliza de Montaña, enmarcada en la Región de Pliegues y Mantos de la Zona Cantábrica, que alcanza su máxima altura en los 1160 m del Picu Pienzu. A pesar de la dominancia del roquedo calcáreo, aparecen en su vertiente noroccidental algunos afloramientos pizarrosos que contribuyen a diversificar el paisaje. La de El Fitu, en cambio, es una sierra de escasa s dimensiones situada al este de la anterior y de litología principalmente cuarcítica. El núcleo central de la Sierra presenta un modelado cárstico lleno de dolinas, lapiaces, valles ciegos y otras formas cársticas de gran belleza. Sin embargo, aparece salpicado de una multitud de bosquetes y brañas que soportan desde hace siglos una intensa actividad ganadera. ClimaEs un espacio húmedo y lluvioso, con temperaturas suavizadas por la proximidad al mar. En las cumbres son abundantes las nieblas, debido al efecto ladera y es común la incidencia de los vientos. FloraLa Sierra del Sueve conserva algunos retazos de arbolado que, por su calidad, adquieren una especial significación. Es de destacar en este sentido el hayedo de la Biescona, al Norte de la sierra, entre Sueve y El Fito. Este bosque de hayas es, probablemente, el más cercano a la costa de toda Asturias. En las zonas externas de la sierra aparecen, dispersas entre las áreas de matorral y las praderías, pequeñas extensiones de carbayeras y restos de plantaciones arbóreas de pino y eucalipto. Sin embargo, lo más destacable son las formaciones arboladas del interior de la sierra en el extremo Norte. Se trata de bosquetes en los que dominan los acebos y las espineras, que contienen también otras especies como hayas, fresnos, abedules, avellanos, olmos, arces y tejos. Además de las áreas de pastos, hay que señalar la existencia en la base del macizo por la vertiente Norte, y a favor de unas particulares condiciones microclimáticas, un enclave de especial interés por la presencia de un conjunto de helechos cuya distribución, generalmente tropical o macaronésica, hace que sean muy raros, no sólo en Asturias sino en toda Europa. Las laderas de la sierra han sufrido un acusado proceso de deforestación ligado al uso ganadero de la zona. Lo que antaño debieron ser extensos bosques de carbayo y haya sobre empinadas laderas se han reducido actualmente a bosquetes y pequeños rodales arbustivos. Aún así, la Sierra del Sueve es, de todos los grandes cordales calcáreos de la región, el que conserva una mayor proporción de superficie forestal. El paisaje vegetal de la Sierra del Sueve resulta en la actualidad extraordinariamente variado. Los relieves kársticos de la cima aparecen salpicados de bosquetes de acebo (Ilex aquifolium) y espinera (Crataegus monogyna) densamente imbricados que sirven de refugio al ganado, para guarecerse de las inclemencias del tiempo durante el invierno o de los calores del verano. Se ha especulado bastante con el significado fitogeográfico de ese tipo de formaciones, sin embargo, parecen ser los restos de primitivas carbayedas eútrofas, conservadas por los pastores a causa de su utilidad como refugio de la cabaña. La multitud de depresiones kársticas que aparecen por la sierra soportan praderas pastadas por el ganado doméstico o una nutrida población de gamos. En ellos es frecuente que se conserven grandes ejemplares de fresno (Fraxinus excelsior) o tejo (Taxus baccata). Por contra, la cubierta vegetal de las áreas con menos suelos está formada principalmente por matorrales almohadillados de aulaga (Genista hispanica subsp. occidentalis). Sobre los suelos silíceos, sin embargo, alternan brezales y bosquetes de espinera y peral silvestre (Pyrus cordata), habiéndose citado en las áreas más húmedas el raro helecho macho asturiano (Dryopteris corleyi), especie endémica del litoral oriental de Asturias y occidental de Cantabria y catalogada como de interés especial. Hacia la vertiente norte, en el paraje de la Biescona, se conserva un hayedo eútrofo extraordinariamente conservado y que probablemente constituya la masa de hayas más cercana al mar y de menor altitud de Asturias, favorecida sin duda por el notable efecto barrera que para los frentes oceánicos supone el promontorio calizo del Sueve. Muy cerca se sitúa también una de las principales masas de tejo de la región, bosque de notable valor por ser rara su existencia a pesar de la frecuencia con que el tejo participa de otros tipos de bosque. Más abajo, el piedemonte del Sueve se funde con las rasas costeras y el afloramiento de los acuíferos da lugar al pequeño cauce fluvial del río Espasa. La ribera de éste aparece poblada de una aliseda ribereña en cuyo sotobosque es frecuente la presencia de helechos tan raros como el helecho de los colchoneros (Culcita macrocarpa) o la helechilla(Trichomanes speciosum), estando ambas especies recogidas en el Catálogo Regional de Flora Amenazada. FaunaLa cabaña ganadera, vacas, cabras, ovejas, caballos y potros, comparten el espacio de las laderas del Sueve con la fauna salvaje. Destaca entre todos el asturcón, raza de caballo semisalvaje que, tras pasar un periodo en que su supervivencia se vio seriamente amenazada, ha conseguido estabilizar su oblación. Asturcón es el caballo que aparece en el fondo de página. Del resto de las especies que componen el elenco faunístico de la sierra llama poderosamente la atención el gamo (Dama dama). La especie fue reintroducida en los años sesenta con fines cinegéticos y el éxito de su adaptación fue tan alto que a pesar de la presión cinegética requiere frecuentemente controles poblacionales adicionales. También se intento reintroducir el ciervo (Cervus elaphus), pero sin éxito, pues la mayoría de los animales se desplazaron a otras zonas y sólo quedan unos cuantos ejemplares en la zona oriental y en el Fito. Abundan además zorro y jabalí, así como aves rapaces, entre las que no es difícil reconocer la silueta del alimoche (Neophron percnopterus), incluida en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna Vertebrada como especie de interés especial. También es interesante la presencia de la hova piquigualda (Pyrrhocorax graculus) y la más esporádica del águila real (Aquila chrysaetos). Destacan también otros grupos como el de los quirópteros, en el que está presente el murciélago de cueva (Miniopterus schreibersi) y dentro de los reptiles, la lagartija serrana (Iberolacerta monticola), que tiene aquí un núcleo aislado del resto de su área de distribución. ProtecciónDecreto 38/94 Otras figuras de protección Incluye la Zona Especial de Conservación Sierra del Sueve (ES1200043). |
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