Conservas caseras y mermeladas
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Ingredientes:
Elaboración:
Escoger albaricoques sanos y en su punto óptimo de madurez, sin ningún tipo de daño, golpe o mancha en la piel, y se limpian bien .
Se pone a hervir agua con sal, unos 50 gr por litro. Cuando hierva, sumergir los albaricoques envueltos en una gasa, de pocos en pocos, en el agua hirviente durante un minuto. Escurrir y partir al medio retirando el hueso.
En unas bandejas de rejilla o bastidores amplios, ir disponiendo los albaricoques bien extendidos y sin que se toquen, cubiertos por una gasa o tela fina para impedir la acción de los insectos y se exponen asecar al sol. Durante la noche se retiran, lo mismo si llueve o el tiempo está húmedo. Cada día se debe dar la vuelta a los albaricoques y retirar aquellos que se vayan estropeando o poniendo feos.
Dependiendo del calor, el proceso habrá finalizado en una semana.
Cuando los orejones estén del todo secos, se les aplasta con la mano y se envasan bien apretados en cajas, mejor de madera forradas de papel parafinado que se doblan bien envolviendo cuidadosamente los orejones.
Notas:
Marcar los cajas con el contenido y la fecha de envasado.
Se ha de procurar envasar los orejones muy apretados unos a otros para que quede la menor cantidad de aire posible entre ellos.
Conservar en un lugar seco, fresco, limpio y alejado de la luz solar y de olores intensos.