1 pulpo de 1 kg. aproximadamente
1/2 cebolla
1 diente de ajo
Perejil picado
1 cucharada de harina
1 cucharadita de pimentón
1 pastilla de caldo concentrado
1/2 vaso de vino
1/2 kg. de patatas cortadas en dados
Aceite de oliva
Sal
Guindilla

Limpiar el pulpo y machacarlo para ablandarlo pero sin romperte la piel ("la paliza"), dándole con una tabla o rodillo pastelero que se recubre con un paño. El mismo efecto que "la paliza" tiene el meter el pulpo en el congelador y, una vez congelado, sacarlo para descongelar.

En una olla, ponemos el agua a hervir con  sal y cuando rompe el hervor, echar el pulpo y sacarlo tres veces para luego dejarlo a fuego vivo durante una hora o hasta que esté blando. Al cabo de este tiempo, tras comprobar pinchando con el tenedor que ya está tierno, se sacar y se escurre, reservando el agua de cocción ya que se utilizará parte.

Preparar un sofrito con el aceite, la cebolla, perejil y el diente de ajo. Una vez hecho, agregar la cucharada rasa de harina y la de pimentón, la guindilla al unas dos garcillas (dos vasos) del agua de la cocción del pulpo, además de una pastilla de caldo concentrado, todo lo cual se pasa por el pasapurés. A continuación se añaden unas patatas troceadas pequeñas y cuando estén casi cocidas se incorpora el pulpo troceado, siempre con tijeras, y el medio vaso de vino, dejándolo cocer unos veinte minutos.