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La Página de Bedri
Libreta de apuntes
Mandioca

¿Qué es la mandioca?

(...Continuación)

Cultivo

La mandioca es un producto que procede de climas tropicales y subtropicales por lo tanto es una planta que necesita agua para poder desarrollarse y producir buenas raíces. El emplazamiento ideal sería aquel que corresponde a una zona de sabana, aunque aguanta bien las lluvias abundantes de los trópicos, hasta 2500 litros anuales, siempre que el terreno no quede anegado o que estas lluvias tan abundantes se produzcan en el momento de la plantación. La mandioca no tolera el estancamiento que causa la aparición de hongos y la podredumbre de la misma. Un terrero con un buen drenaje es el más adecuado.

La mandioca puede plantarse sola o combinada con otras cosechas. Así es habitual verla mezclada con maíz, boniatos, ñame, melones, patatas, bananeros. Además de resultan económicamente más rentable, es una manera ecológica de controlar mejor el crecimiento de las hierbas.

Temperatura y exposición

La temperatura ideal se sitúa entre 25 y 30 ºC siempre que haya humedad disponible suficiente en el periodo de crecimiento. No soporta las heladas y Aunque puede tolerar el rango 16-38º C. Por debajo de los 16º C el crecimiento se detiene. Temperaturas por encima de los 30 ºC disminuyen la producción. Al tratarse de una planta tropical necesita un periodo mínimo de 250 días de clima cálido para que sea productiva. El mejor clima para su cultivo es aquel que es cálido y húmedo. Por este motivo en los climas tropicales-húmedos se alcanzan altas productividades, mientras que en otras regiones subtropicales, al descender de los 16º C se paraliza el crecimiento. Conforme la temperatura disminuye el desarrollo del área foliar se hace más lento, y el tamaño de las hojas más pequeño.

La mandioca crece bien en diferentes condiciones de luz. Puede vivir adecuadamente debajo de la sombra que proyectan los arbustos del café, del coco o de las palmeras, tal como se cultiva en muchos lugares del Caribe. Puede hacerlo en solitario o entre otras plantaciones como el maíz, el arroz, el ñame, los melones, etc. En muchos lugares de África se utiliza esta planta en pequeñas plantaciones familiares en combinación con algún otro cultivo.

La longitud del día afecta a varios procesos fisiológicos de la planta. Es una planta típica de fotoperiodo corto: 10-12 horas de luz, propio de las regiones tropicales.

Terreno

No es un cultivo exigente en cuanto a suelo, se da desde en suelos muy pobres en elementos nutritivos hasta en aquellos con una alta fertilidad. Preferiblemente los suelos han de tener un pH ligeramente ácido, entre 6 y 7, con una cierta cantidad de materia orgánica y han se ser sueltos, porosos y friables, evitando suelos con excesos de agua o desérticos.

Soporta bien terrenos poco fértiles, con poco agua y aunque la mandioca puede crecer prácticamente en todo tipo de terrenos, prefiere los suelos profundos, bien drenados y margosos, es decir aquellos formados por una mezcla de arcilla, arena y humus. Sin embargo con un adecuado tratamiento del terreno puede plantarse bien en suelos arenosos o arcillosos.

Suele crecer incluso en terrenos no aptos para otros alimentos.

En suelos alcalinos puede presentarse la clorosis férrica, es decir, amarilleo de hojas por carencia en el suelo de hierro. Se corrige aportando hierro en forma de quelatos de hierro.

En suelos arenosos o margosos con un buen drenaje deberá plantarse sobre el suelo llano, mientras que en suelos arcillosos, que retienen el agua, deberá hacerse sobre la parte superior del surco, una vez el terreno se haya labrado y ensurcado. Es conveniente controlar la erosión de los suelos arenosos de sabana expuestos a erosión eólica, en los que debe realizarse el cultivo en franjas alternadas con pastos naturales o artificiales.

Mejora genética

La mejora genética en la yuca tiene que ir encaminada fundamentalmente a aumentar el rendimiento en raíces reservantes y contenido en materia seca total, aumentar la calidad y la resistencia a enfermedades y plagas. Un adecuado rendimiento se obtiene con una planta que pueda cultivarse a distancias cortas y que a la vez haga un eficiente uso de la luz. Debe tener un tallo vigoroso, así como con una ramificación a partir de 1 m. Índice de área foliar óptimo, en torno a 3,5; ramas con entrenudos cortos; de 8 a 10 raíces reservantes por planta; hojas con posición vertical que permitan un mayor captación de la luz por la parte baja de la planta, etc. Para mejorar la calidad hay que tener en cuenta el destino de la cosecha. Puede dirigirse al consumo humano, en el que se utiliza cocida, procesada o en forma de harina; o bien al consumo animal. En el caso de utilizarse sin procesamiento industrial, el contenido en HCN no debe ser superior a 100-200 µg/g de peso fresco de raíz. En cuanto a la resistencia a plagas y enfermedades, han de utilizarse clones o cultivares de Manihot esculenta como fuentes de resistencia.

Preparación del terreno

Se realizarán dos pases de rastra pesada, en cruz y un pase de rastra ligera, en suelos de sabana, cubiertos de pastos naturales, francos o franco arenosos. En suelos de pH ácido, por debajo de 5, tras la labor anterior se aplicará 1 tm de cal viva por hectárea. Si se aplica carbonato de calcio, no se podrá realizar la plantación hasta 1-2 meses después. En suelos francos o franco-arcilloso-limosos o ácidos, se llevará a cabo un pase de arado integral o de tiro, seguido del encalado y de dos rastreos livianos, o como alternativa, dos pases de rastra pesada seguidos de dos pases de rastra liviana.

Plantación , cuidados y recolección

Se recomienda realizar la plantación al comienzo de la estación de lluvias. En aquellas zonas en las que llueve durante todo el año, se podrá planificar la plantación de acuerdo a las demandas del mercado o las necesidades de la industria.

La mandioca suele plantarse entre los meses de Marzo y noviembre en los climas tropicales y entre Abril y Agosto en los climas de sabana. La mandioca se planta mediante esquejes. Existen en la mayoría de los países productores departamentos de los Ministerios de Agricultura que disponen de esquejes debidamente seleccionados según la finalidad de la plantación. Estos son los que resultan más seguros y los que deberían escogerse.

Si el cultivo de la mandioca  es industrial es preferible hacerlo en caballones. Dulong apunta tres diseños de plantación:

  • En platabandas convexas, de dimensiones 1,60 x 1,80 m de ancho sobre las que se plantan dos hileras de yuca. Cuando la precipitación anual supera los 1.300 mm.
  • En caballones (camellones), a una distancia de 0,80 m, en suelos poco profundos o cuando hay riesgo de humedad permanente.
  • En suelos planos, para suelos poco profundos y de estructura pobre. Es el más rápido y económico.

Tras varios estudios en los que se evaluaba la orientación y el tamaño de la estaca, a sí como su profundidad en el rendimiento del cultivo, parece ser que el sistema más indicado sería el de orientación horizontal y con estacas de unos 15 cm y colocadas a una profundidad de 5-6 cm. Así se permite la mecanización de la plantación.

Para la producción de raíces reservantes para la industria se recomienda utilizar marcos 1,20 x 1,00 m2, (8.300 plantas por hectárea), ó 1,20 x 0,80 m2 (10.375 plantas / hectárea). Mientras que para la producción semimecanizada para casabe y almidón el marco será de 1,00 x 0,80 m2 (12.509 plantas / hectárea).

Para los que decidan prepararse sus propios esquejes deben recordar que los mejores son aquellos provenientes de las secciones duras y semiduras de las plantas que tengan entre un poco más de medio año y año y medio de edad. Las plantas más viejas tardan mucho en enraizar y a rebrotar. Los esquejes debería tener entre 20 y 25 cm de longitud y disponer de un mínimo de 5 nudos. Es conveniente que, antes de plantarlos, se introduzcan o se cubran con plásticos y se dejen en un lugar a la sombra. Esto produce el despertar de las yemas y de las raíces que, posteriormente, una vez plantados acelera el proceso de crecimiento.

En terrenos arenosos deben plantarse verticalmente introduciendo las dos terceras partes del mismo en la tierra y con las yemas situadas arriba . De esta manera las raíces crecen en profundidad los que favorece su sujeción en la tierra suelta. En terrenos margosos y ricos se deben plantar horizontalmente, con toda su extensión introducida, a unos 3 o 5 cm dentro de la tierra. En terrenos llanos y arcillosos se plantarán inclinados formando un ángulo con respecto al suelo de 45º. La distancia de plantación entre planta y planta debe situarse en 1 X 1 metros.

Limpias y escardas

Se llevarán a cabo las limpias cuando las plantas tengan entre 20-30 cm, siendo recomendable una segunda labor a los dos meses. En el caso que haya asociación de cultivos, se reducirán estas labores, y en el caso que sean leguminosas no se realizarán.

Aporcado

Se lleva a cabo a los 2 - 3 meses de vegetación, en aquellos cultivos que no están mecanizados. Con esto se consigue que las raíces reservantes se pueden desarrollar bien, y se evita la acción perniciosa de los rayos solares, así como el ataque de roedores u otros animales.

Riego

Aunque necesita agua, puede desenvolverse bien con 500 litros de precipitación anual y, en temporadas de sequía es capaz de resistir, lo que hace es perder las hojas que se secan y caen para luego volver a recuperarlas cuando vuelve la lluvia. En épocas de sequía disminuye su metabolismo y puede llegar a tardar hasta una año en fructificar.

Las plantas de la yuca han desarrollado una serie de estrategias para poder aguantar la falta de agua. Así, por ejemplo, se han realizado estudios que han demostrado como las hojas de la yuca cierran sus estomas en condiciones de baja humedad, lo que le permite a la planta economizar agua y poder resistir las épocas de sequía. Igualmente se ha visto como las raíces de esta planta son capaces de hundirse hasta los dos metros de profundidad donde pueden tomar el agua remanente.

Para una máxima producción, las condiciones ideales de precipitación estarían entre 1000 y 1500 litros de lluvia bien distribuidos a lo largo de todo el ciclo.

Una de las épocas más delicadas es el primer mes después de la plantación de los esquejes. El terreno debe mantener una humedad constante para que estos puedan arraigar al menos durante 30 días.

Sena y Campos realizaron estudios acerca de las exigencias hídricas de la mandioca  en Brasil, con una precipitación anual de 1.196 mm y una temperatura media de 24,4º C. Sometieron el cultivo a tres frecuencias de riego diferentes: cada 10, 14 y 18 días, más un testigo sin riego. Se observó como el máximo rendimiento se obtuvo regando cada 14 días, seguido de cada 10 y por último cada 18. Las parcelas que no se regaron obtuvieron sólo el 20% de la producción correspondiente a las regadas cada 14 días. A pesar de ser un cultivo de secano, la yuca no produce económicamente en condiciones de deficiencia de humedad, aunque las plantas crezcan y puedan dar algo de producción.

Malas hierbas

Una vez realizada la plantación, el crecimiento es lento en los primeros meses, por lo que el control de hierbas es esencial para un correcto desarrollo. El control puede hacerse mecánicamente con el uso de la azada, químicamente, aplicando el herbicida adecuado o a través de otras prácticas como la combinación de la mandioca con otros cultivos.

Con una buena rotación de cultivos y una adecuada preparación de los suelos, se consigue una baja frecuencia de malas hierbas. Es importante controlarlas al comienzo del desarrollo de la yuca, puesto que al coincidir con el periodo de lluvias, se evita que las semillas de las malezas germinen.

El uso de herbicidas preemergentes resulta bastante eficiente, especialmente en cultivo en caballones, colocando las estacas en forma horizontal.

Las malas hierbas más comunes en las regiones tropicales y subtropicales de América con su nombre científico y común son: Cyperus rotundus o corocillo o coquito, Eleusine indica o guarataro o pata de gallina, Echinochloa sp, arrocillo o paja americana, Sorghum halepense, sorgo de halepo o millo, Setaria geniculata, limpia botella o gusanillo, Cenchrus brownei o cadillo, Axonopus compresus o paja peluda, Ipomea spp, batatilla o camotillo, Amaranthus sp, pira o bledo, Portulaca oleracea o verdolaga y Sclerocarpus coffeacolus o flor amarilla o buba amarilla.

Abonado y fertilización

Se ha demostrado que la yuca no responde a la fertilización, sin embargo se ha dicho que es un cultivo que esteriliza el suelo, pues extrae sus nutrimentos, esto origina que cultivos sucesivos de yuca en un mismo terreno disminuyan sus rendimientos.

Por lo tanto se recomienda no sembrar dos veces seguidas en un mismo lote si no se adiciona fertilizante en la segunda siembra para mantener el nivel adecuado de los nutrimentos, caso contrario, lo más conveniente es hacer rotar el cultivo.

El exceso de nitrógeno disminuye el contenido en almidón y aumenta las sustancias proteicas de las raíces reservantes, lo cual influye en la producción de harinas integrales de yuca para alimentación animal, pero no para la producción de almidones para uso industrial. Los abonos nitrogenados minerales pueden ser nítricos (nitrato potásico y nitrato amónico) o amoniacales. En general se prefiere estos últimos al nítrico. Para evitar la lixiviación, el nitrógeno se aplica en dos veces: en el momento de la plantación y a los 2-3 meses de cultivo, siendo en esta última más recomendable la urea, aplicada vía foliar. Los abonos nitrogenados orgánicos son: abonos verdes, los estiércoles y los restos vegetales. La concentración de N2 de distintos fertilizantes nitrogenados es: Sulfato amónico 20,5%, Nitrato amónico 33,5 %, Urea 42 - 46 %, y Amoniaco anhidro 82,0%. Todos en estado sólido, salvo el último que es en estado gaseoso.

El fósforo se utiliza en el proceso de fosforilación, mediante el cual se sintetiza el almidón. Los síntomas de la deficiencia de fósforo son enanismo y un color de las hojas verde oscuro. Es preferible aplicar fosfatos de calcio insolubles, en vez de superfosfatos triples en cultivos de ciclo de 16-24 meses. La concentración de P2O5 de distintos fertilizantes fosfatados es: Superfosfato triple 44 - 48 %, Superfosfato simple 16 - 20 %, Harina de huesos 23 - 25 %. En estado sólido.

El potasio influye en el rendimiento de las raíces reservantes y en el contenido en materia seca total. La deficiencia de este elemento provoca una coloración bronceada en las hojas con posterior quemadura de los bordes. Algunos autores lo han calificado como el principal elemento en el abonado. La concentración de K2O de distintos fertilizantes potásicos es: Sulfato potásico 48 - 50 %, Cloruro potásico 45 %, Nitrato potásico 44 %. En estado sólido.

Plagas

Las principales plagas que le afectan son:

Ácaro verde de la yuca (Mononychellus progresivus). Localizado por vez primera en Brasil, constituye la principal plaga de este cultivo en África. Produce manchas en la hojas jóvenes que dejan de crecer y caen. La mejor solución es la utilización de variedades resistentes. Provoca decoloración y deformación de las hojas, llegando a la caída de las mismas. Desorganiza todo el proceso de crecimiento de la planta, provocando acortamiento de los nudos y la muerte en los extremos apicales, incluso en toda la planta. Se observa una mayor proliferación en la estación seca. Son enemigos naturales Somatium spp, Karschomia spp de Tetranychus bimaculatus.

Gusano de la hoja (Erinnyis ello, Lepidoptera). Es una plaga importante que ataca por toda América y acaba con las hojas de la yuca y otras plantas. Como control biológico se han indicado las especies Trichogramma spp, Telenomus dilopphonotae y Telenomus monolicornis; Apanteles americanus, Apanteles flaviventris y Belvosia williamsi.

" Mosquinha dos mandiocais" o " Broca dos brotes" (Lonchaea pendula). Es una de las plagas más importantes de América. La mosca coloca los huevos en los brotes, llegando a acabar con las hojas en desarrollo. Existen variedades con resistencia genética.

Saltamontes variegado (Zonocerus variegatus ) Se caracteriza por sus cortas alas que solo le llegan a mitad del abdomen y por su colorido tan llamativo verde - amarillento con manchas de colores naranja, blanco y amarillo. Constituye una autentica plaga en el África subsahariana , especialmente cuando los terrenos comienzan a secarse tanto para la mandioca como para el maíz. La única solución consiste en aplicar insecticida en amplias zonas para controlar su expansión.

Taladrador de tallos y ramas (Coelostermus sp). Existen cinco especies de este género que ataca a la yuca. Las larvas hacen galerías que pueden llegar a los 13 mm. El mejor método de control es la rotación de cultivos y la utilización de material de propagación sano

Termitas : Pueden comerse la planta entera. Se recomienda plantar cuando el suelo esta húmedo. Eliminar ramas o material vegetal muerto y destruir los termiteros con el insecticida adecuado.

Enfermedades

Las principales enfermedades que afectan a la yuca son:

Antracnosis de la yuca: (Glomerella manihotis) Produce manchas en las hojas y chancros en los tallos.

Alargamiento de los tallos: (Sphaceloma manihoticola) Es un hongo que produce distorsión y chancros en las hojas, pero lo que más lo  caracteriza es el alargamiento de los entrenudos, produciendo tallos delgados y de poco vigor. Las plantas dejan caer las hojas y mueren. Es un  hongo que se reproduce en épocas lluviosas. El tratamiento supone la eliminación de material muerto para evitar posteriores propagaciones, el  uso de variedades resistentes que deben plantarse en épocas de menos lluvia y la rotación de la yuca con cultivos de leguminosas.

Añublo pardo fungoso (Cercospora vicosae). Suele presentarse donde aparece la mancha parda. Los síntomas son manchas grandes de color marrón, siendo marrón grisáceo en el envés. Puede ocasionar defoliaciones severas en variedades susceptibles. No obstante, no es una enfermedad que ocasione grandes pérdidas. Para controlar la enfermedad se recomienda excesiva humedad en el suelo y el empleo de variedades resistentes.

Bacteriosis, pudrición. (Xanthomonas manihotis). Es una enfermedad importante en Argentina, Paraguay y Brasil. Provoca el marchitamiento de las hojas y la exudación de goma. La enfermedad a veces aparece el extremo de las ramas, secándose las hojas nuevas. Existen variedades resistentes a la enfermedad. Se plantarán estacas sanas.

Ceniza o mildiu. (Oidium sp.) Esta enfermedad aparece en la época seca. La ceniza de la yuca está causada por Oidium manihotis. Ataca preferentemente a las hojas más desarrolladas. Provoca lesiones amarillentas en las que en ocasiones aparecen áreas necróticas de color marrón. Pudiendo llegar hasta provocar la defoliación de la planta. En cuanto al control de la enfermedad, parece ser que existen variedades resistentes. También se recomienda la aplicación de productos a base de azufre por aspersión.

Mancha parda de la hoja (Cercosporidium henningsii) . Es una enfermedad producida por hongos que afecta a las hojas produciendo su caída. Se caracteriza por la aparición de manchas marrones en el haz de la hoja que se van extendiendo haciendo que la hoja se ponga amarilla y caiga. Es un tipo de hongo que se reproduce mejor en condiciones de temperatura elevadas y de una humedad relativa del aire del 50% . Para controlar su aparición se recomienda la plantación inmediatamente después de las lluvias de manera que la planta alcance su madurez en épocas más secas. La utilización de variedades resistentes resulta un método preventivo eficaz al igual que la plantación más abierta que permita una mejor ventilación. Pueden aplicarse también métodos de tratamiento químico a base de óxido de cobre y oxicloruro de cobre suspendidos en aceite mineral.

Mancha blanca de la hoja . (Cercospora caribae) Es otra enfermedad producida por hongos frecuente en los periodos húmedos y frescos Se caracteriza por la presencia de manchas blancas o amarillo marronosas y aterciopeladas que se hunden en el interior de la hoja. Los daños que causan estas especies comienza por un amarilleamiento en la hoja, en el centro aparece un color pardo en cuyo borde en ocasiones aparece una línea irregular pardo-violeta. En las hojas produce manchas irregulares, primero amarillas y posteriormente pardas de unos 5 - 10 mm. El hongo penetra en la planta a través de los estomas, invadiendo posteriormente los espacios intercelulares. El hongo sobrevive en la época seca sobre los tejidos viejos infectados, para volver a iniciar su actividad en el periodo de lluvias. No se conoce ninguna variedad resistente específica. Se recomienda la plantación temprana y la dispersión de la plantas para que puedan secarse mejor. No existen variedades resistentes a esta enfermedad.

Oidium de la yuca (Oidium manihotis) . Este hongo produce una especie de mancha aterciopelada sobre las hojas inferiores de la planta que luego se convierten en manchas amarillas. Necesita un clima cálido para desarrollarse. El tratamiento requiere la utilización de variedades resistentes o la utilización de fungicidas de cobre.

Pudrición seca del tallo y la raíz. (Diplodia manihotis) . Aparece una pudrición radical que conllevará a la muerte de la planta. También ataca el material de propagación almacenado, sobre todo en condiciones de alta humedad relativa, y a los restos de tallos que se han dejado en el terreno. Para controlar la enfermedad se recomienda la rotación con cultivos como maíz o sorgo. Se deben utilizar estacas sanas en la plantación desinfectando adecuadamente las herramientas.

Recolección

La recolección de la casava deberá hacerse de acuerdo a la parte de la planta que queramos recolectar. Las hojas deben recogerse cuando sean tiernas si van destinadas al consumo humano como verdura. Cuando se destinan al consumo animal pueden recogerse tanto las tiernas como las más viejas. Posteriormente deberán secarse y guardarse. Si se quiere recoger tallos para la producción de especies puede realizarse un corte total segando las plantas hasta los tocones que posteriormente rebrotarán o cortando las ramas parcialmente de aquellas plantas que nos interesen.

La recolección de las raíces puede hacerse entre los 9 y los 18 meses después de la plantación por lo que debe hacerse cuando las condiciones del mercado sean las más adecuadas. Hay que recordar que, una vez recogida, debe procesarse dentro de las 48 horas siguientes para evitar que el producto se deteriore.

Un indicador de que la yuca se encuentra próxima a la madurez es el requebramiento del suelo alrededor de la planta. Suele cosecharse entre los 7 y los 10 meses, en función de la variedad. Es importante no adelantarse demasiado a la cosecha pues tendrá demasiado contenido en látex y no será apto para el consumo. Entre los 12-24 meses del ciclo de cultivo es el periodo óptimo para la recolección de la yuca cuando su destino es la industria del almidón, pues es cuando se alcanza el máximo rendimiento en raíces.

La recolección puede ser manual o mecánica. En ambos casos es importante no dañar las raíces. La cosecha manual, es la más común y resulta más sencilla en suelos con una textura arenosa a franca. Previo a la cosecha, los tallos se cortan con un machete o una segadora rotativa, a una altura de 10 - 15 cm. Se necesitan aproximadamente de 18 a 20 jornales por hectárea. La cosecha semimecanizada se lleva a cabo con un arado de vertedera que abre los surcos a ambos lados del caballón, con el objeto de que sea más fácil el arranque de las raíces. Una vez arrancadas las raíces, es necesario cortar con un machete el pedúnculo para separarlas del esqueje plantado originalmente.

Aplicando buenas técnicas agronómicas se pueden alcanzar los 2,5 tm de raíces / ha y mes (30 tm de cultivo / ha y mes).

Postcosecha

El métodos tradicional de almacenamiento de la yuca es enterrando las raíces en el suelo. En la India y el Este de África, las raíces que no pueden ser consumidas o procesadas inmediatamente son amontonadas en pilas y regadas con agua.

Es una etapa muy importante debido a que se producen alteraciones de la pulpa, manifestándose como puntos o franjas, primero azules que posteriormente se tornan marrones a través de los haces vasculares. Los tejidos afectados se descomponen y acaban siendo invadidos por organismos saprófitos.

Daños mecánicos

Los daños mecánicos son debidos fundamentalmente a una defectuosa cosecha mecánica. También está relacionado con daños físicos que ocurren por debajo de las raíces. Este tipo de daños dependerán de la variedad (adhesión de la cáscara ...), el tipo de suelo (los suelos pesados o en la época seca facilitarán los daños) y el método de cosecha. La recolección se deberá llevar a cabo en canastos o cajones, en los que se transportarán las raíces hasta su almacenamiento, donde se seleccionarán cuidadosamente.

Daños fisiológicos

El deterioro fisiológico de la raíz puede reducirse mediante la poda de la parte aérea entre 2 y 3 semanas antes de la cosecha, a pesar de que ésta disminuirá el contenido en almidón y la calidad culinaria de la yuca. Estos daños consisten en pérdidas de peso debido a procesos de respiración, disminución de vitaminas, etc. Pueden ser debidas a un calentamiento excesivo de las raíces en el campo o bien excesivo calor y humedad en el almacenamiento. Para evitar este tipo de daños debe cosecharse en el momento de madurez óptima, el cual depende de la variedad, y se evitará en toda medida el exceso de humedad.

Daños por patógenos

El deterioro microbiano se produce como consecuencia del ataque de patógenos, bien sea durante el cultivo, en la cosecha o durante el almacenamiento. La superficie de corte de los pedúnculos durante la cosecha, es una puerta de entrada ideal de estos patógenos. Principalmente son del género Rhizopus, Mucor, Choanephora, Lasiodiplodia y Fusarium. Siendo las especies Lasiodiplodia theobromae, Fusarium solani y F. Javanicum las más destructivas. Tras esta infección le sigue la invasión de otros organismos saprofíticos. Los insectos provocan importantes daños a la mandioca almacenada y seca. Prostephanus truncatus ha sido una importante plaga en la mandioca y maíz en África.


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