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La Página de Bedri
Concejos de Asturias

El territorio de Cangas de Onís ha estado ocupado por desde hace milenios por el ser humano tal y como atestiguan los numerosos hallazgos arqueológicos en distintos lugares de este concejo. Así mismo, Cangas de Onís ha sido protagonista, de diversos hechos históricos que le mantienen en un lugar preeminente de la historia asturiana y española. Desde la llegada de los primeros habitantes a lo que hoy es este concejo, hasta nuestros días, Cangas de Onís ha mantenido su importancia historia como pone de relieve su increíble patrimonio histórico, artístico e incluso intangible.

Paleolítico


De la presencia del hombre en el concejo de Cangas de Onís, existe constancia desde el periodo Paleolítico, las excavaciones arqueológicas en las numerosas cuevas del Concejo nos dan una idea aproximada de sus formas de vida. Destacan por su aportación al arte paleolíticas las cuevas del Buxu, de la Huelga y de los azules.

De los restos encontrados, destaca la escultura de un ave realizada en un colmillo de oso de las cavernas.

En las pinturas de las paredes, además de figuras abstractas, merecen destacarse las figuras de cabras grabadas en la roca o pintadas en negro, dos hermosos caballos grabados con gran detalle y un gamo.

En la cueva de los Azules, destaca el hallazgo del enterramiento de un varón, realizado hace unos 9500 años, que actualmente se conserva en el Museo Arqueológico de Oviedo. Junto al cadáver, se encontraron diversos objetos personales propios de los cazadores-recolectores de la región, así como restos de comida. Entre estos últimos destacan conchas de moluscos traídos desde la costa.

Neolítico

Varios siglos más tarde, durante el IV milenio A.C, los pobladores neolíticos levantaron grandes estructuras funerarias.

Del periodo Neolítico, hay constancia en las cuevas de Salamuda, Trespando y el Cuélebre, así como los dólmenes de Santa Cruz y Abamia.

El dolmen de Santa Cruz -único que se conserva- consta de cinco grandes piedras que forman la cámara dolménica y otras dos que inician la galería, destacando su decoración pictórica y grabados. Los dólmenes de Abamia han desaparecido tan solo se conserva la losa principal en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid pasando a denominarse “El ídolo de los ojos” por la figura antropomorfa grabada en él.

Edad de Bronce

De la Edad del bronce se hallaron restos en la cueva del Cuélebre, en Santianes y Güerañu.

época romana

De la época Romana llegan noticias de este territorio llamado “Cánicas”, ocupado por pueblos vadinienses, enemigos de Roma, y a cuya dominación se resistieron durante décadas refugiándose en los Picos de Europa. Finalmente sucumbieron bajo el peso del imperio y se dejaron influir por la cultura dominante, encontrándose en el territorio de Cangas abundantes lápidas funerarias que demuestran como los pueblos locales adoptaron tanto la lengua como la religión y costumbres romanas.

Recuerdo de la presencia romana es el llamado Puente Romano de la ciudad pues, aunque medieval en su apariencia actual, seguramente sustituye a otra de época romana sobre el que pasaría una de las calzadas que comunicaban la zona centro de Asturias con Santander.

Se conserva un tramo de la calzada (Calzada de Piedrafita) en el valle de Cuerres.

Edad Media

Superada una etapa visigótica, Cangas de Onis cobra su mayor protagonismo histórico con la sublevación de Don Pelayo contra la invasión musulmana. Tras la victoria de Covadonga (722) Cangas se convierte una precaria corte de un incipiente reino que, con el tiempo se convertirá en el Reino de Asturias.

Muerto Don Pelayo (735) otros cuatro reyes más le suceden en su corte de Cangas durante 57 años, hasta que el Rey Silo decide trasladarse a Pravia, probablemente por motivos estratégicos, lo mismo que a la muerte de Alfonso III, sus descendientes deciden trasladar la corte a León, lugar mejor posicionado para el gobierno de un Reino cada vez más extenso.

En el siglo XII, ya se empiezan a tener pruebas de una demarcación canguesa, pero siendo sus límites diferentes a los conocidos, incluso en el siglo XIII, sigue este territorio sin tener un apelativo.

Es en el siglo XIV, en un inventario de derechos del episcopado de Oviedo en el que aparece la zona con la denominación de Cangas de Onís. Otro ejemplo está en el testamento de Enrique II que amplia los señoríos de su hijo bastardo, incluyendo el concejo de Cangas de Onís que volvería años más tarde de nuevo a la corona .

Edad Moderna

En el siglo XVI, ya aparece Cangas de Onís, como entidad concejil y figura en la Junta General celebrada en 1504 en el convento ovetense de San Francisco. Estos cargos recaen en estas fechas en miembros de familias ilustres de la comarca. En lo referente a Covadonga fue Felipe III, quien comienza a transformar el Real Sitio, gracias a los esfuerzos de los diferentes abades, realizando obras de importancia en la cueva, pero a consecuencia de un incendio se perdieron todas las imágenes, joyas, etc. Este incendio traerá algo muy favorable y es que Carlos III se preocupa por el Real Sitio y realizará una serie de obras y proyectos, como fueron la construcción de un nuevo templo y mejoras en las comunicaciones trayendo todo esto un comercio mucho más vivo lo que dará un empuje a la vida del concejo.

Edad contemporánea

El siglo XIX, traerá la Guerra de la Independencia, se crea el regimiento de Cangas de Onís y la villa pasará a ser capital de uno de los gobiernos militares. Fue ocupada varias veces por tropas francesas dando como resultado multitud de personas muertas por ambos bandos.

La desamortización de Mendizábal también trajo cambios, ya que fueron vendidos los bienes del monasterio de San Pedro de Villanueva, menos el edificio del monasterio y la iglesia, y los bienes de Covadonga, menos los bienes más cercanos.

Las guerras carlistas, también tuvieron su repercusión ya que la villa y sus pueblos fueron ocupados. A mediados del siglo XIX Cangas de Onís tiene un gran crecimiento debido a diferentes mejoras como fueron las carreteras del Pontón y la de Ribadesella. La explotación minera de Buferrera por una compañía inglesa que empleara gran cantidad de mano de obra, tanto local como de los concejos de toda Asturias.

En el siglo XX, se creará el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga y se le concede a la capital del concejo el titulo de ciudad. Este siglo también traerá el cierre de las minas de Buferrera, que tanta mano de obra había traído en el siglo pasado. Pero algo que fue un duro golpe, fue la Guerra Civil que trajo una gran destrucción a todo el concejo, siendo bombardeada la capital varias veces por los franquistas incluso por la aviación alemana de la Legión Condor, con resultados similares a los de Guernica. Incluso durante la postguerra hubo problemas, ya que actuaron en el concejo partidas guerrilleras, trayendo en consecuencia unas represalias por parte del bando nacional. Todo esto condujo a Cangas de Onís a una dura y difácil posguerra.

Otro acontecimiento histórico a destacar es que en el año 1978, Cangas de Onís, volvió a ser la capital del Principado de Asturias, ya que en el salón de sesiones del ayuntamiento, se acogía la constitución del Consejo Regional de Asturias, futura Junta General del Principado y ente encargado de la elaboración del Proyecto de Estatuto de Autonomía.