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La Página de Bedri
Libreta de apuntes
Nectarino

¿Qué es el nectarino?

Es el árbol que da la nectarina o pelón que es una variante del melocotón con piel no vellosa, sin embargo, pertenece a la misma especie. En muchas ocasiones esta variante nace del propio árbol del melocotón como un brote mutado que se suele injertar para crear una especie cultivar. Es corriente que los árboles melocotoneros produzcan de vez en cuando unas cuantas nectarinas y viceversa. Éstas, al igual que los melocotones pueden ser de carne blanca o amarilla y adherida al hueso o suelta.

Morfología y taxonomía

Familia: Rosáceas

Especie: Prunus persica var. nectarina; Prunus persica var laevis DCE

Origen: China.

Planta: Se trata de un árbol derivado por mutación de los melocotoneros comunes, y los únicos caracteres diferenciales son la ausencia de tomentosidad en la piel del fruto. La planta, si se deja crecer libremente, adopta un porte globoso con unas dimensiones medias de 4-6 metros.

Tallo: Se trata de una especie basítona, un ramo vertical dejado vegetar libremente produce brotes más vigorosos en la base y progresivamente menos vigoroso hacia el ápice. La cortez que reviste el tronco y las ramas es de color gris más o menos oscuro con tonalidad rojiza. Las ramas tienen la corteza de color preponderadamente rojo oscuro o grisáceo.

Sistema radicular: Las raíces son de color anaranjado con lenticelas muy evidentes; están muy ramificadas, muy extendidas y poco profundas. la zona ocupada por las raíces es casi el doble que la zona de proyección de la copa. En sentido vertical las raíces ocupan una capa comprendida entre los 0-20 y los 80-100 cm. La profundidad del sistema radicular depende de la aireación del terreno, de las labores de cultivo y de la presencia de raíces de plantas próximas.

Hojas: Son oblongas, lanceoladas, con una longitud generalmente de 140-180 mm y una anchura de 40-50 mm; el limbo es liso, a veces ondulado a lo largo del nervio central, los bordes son serrados, crenados o doblemente dentados.

Flores: Pueden ser solitarias, reunidas o en grupos de tres a cuatro, son de dos tipos: rosáceas o campanuláceas. Las primeras tienen los pétalos grandes, de color rosa claro, abiertos; las segundas tienen los pétalos más pequeños, de color rosa intenso y no se abren completamente. El cáliz es gamosépalo. El ovario es único y completamente glabro. El pistilo también es único, pero puede ser doble o triple. El número e estambres oscila entre 20 y 25.

Fruto: Es una drupa (pericarpio membranoso, mesocarpio pulposo, endocarpio leñoso), de forma más o menos globosa con una línea de sutura y una cavidad alrededor del pedúnculo. Su piel es lisa, de coloración atrayente, pulpa muy sabrosa y el hueso es libre, no está adherido a la pulpa como en el melocotón.

Historia

Las primeras nectarinas se cultivaron en China donde alcanzaron una gran importancia hasta el punto que se las consideraba como el " néctar de los dioses ".

Así como los melocotones tienen una amplia bibliografía que data desde tiempos anteriores al siglo O (Sobre ellos hablan los textos escritos por los Griegos y por los Romanos. Estos últimos la conocían con el nombre de duracina), las referencias históricas de la nectarina en Europa son muy recientes.

Prácticamente no existe ningún texto escrito que las mencione hasta el siglo XVII en Inglaterra y en América, donde la llevaron los colonizadores europeos, aparece registrada en Estados Unidos por primera vez en el siglo XVIII. La realidad es que, mientras para la civilización china y romana, fue un fruto muy importante, para la civilización actual perdió mucha importancia hasta que, recientemente, ha vuelvo a alcanzar importancia su cultivo, impulsado por las variedades cultivadas en California.

Actualmente su consumo ha ido en aumento gracias a Francia, Reino Unido y Alemania, donde ha aumentado su consumo.

Exigencias en clima

Las nectarinas son frutales propios de las zonas de poca altitud, desde el mismo nivel del mar hasta alturas de 300 metros. Estas no tienen la necesidad de un largo reposo invernal como ciertas variedades de melocotonero, prefiriendo climas de inviernos cortos y relativamente templados y veranos largos de atmósfera seca, por ser muy sensible a las humedades, ya que pueden favorecer el desarrollo de enfermedades y la pérdida del fruto por agrietamiento.

La nectarina puede soportar durante el invierno temperaturas inferiores a -7º C; el botón floral soporta los -3,9º C; las flores abiertas los -2,5º C y los frutos recién formados -1,6º C, con temperaturas menores puede perderse la cosecha.

Exigencias en suelo

La nectarina requiere suelos profundos, bien drenados, ligeros y de naturaleza ácida, ya que sufre como los melocotoneros un exceso de alcalinidad que sobrepase de los límites tolerados.

De pretender implantar la nectarina en suelos muy compactos y de relativo drenaje y elevado valor de pH, es recomendable utilizar el portainjerto del ciruelo Brompton por su afinidad y buen desarrollo. El que debe rehusarse como portainjerto es el del ciruelo Damas. Tampoco es recomendable emplear en estas tierras el franco de la misma especie o del melocotonero.

Material vegetal

La elección de una variedad está muy ligada a factores o parámetros de tipo económico, por lo que habrá que sopesar o tener en cuenta su productividad, la calidad (calibre, forma, color, calidad gustativa, resistencia a manipulaciones) y su rusticidad (sensibilidad a las bajas temperaturas, a las enfermedades, a las fisiopatías: cracking o agrietado, huesos abiertos, frutos gemelos, etc.).

La capacidad o potencialidad de cada una de las variedades se pondrá más en manifiesto cuanto mejor se realicen las técnicas de cultivo (poda, aclareo, riego, abonado, estado de madurez al recolectar, etc.).

Existe un gran número de variedades de nectarina, la mayoría procedentes de los Estados Unidos, pero en general, todas ofrecen una piel lisa, fina y brillante, tomando diversas coloraciones que se intensifican según los climas, siendo las variedades tempranas las que ofrecen coloraciones más fuertes.

En el mercado se pueden encontrar nectarinas de pulpa blanca y nectarinas de pulpa amarilla. A continuación se recogen algunas de las variedades de nectarina más cultivadas en la mayoría de los países, y se encuentran clasificadas en función del periodo de maduración de sus frutos.

Propagación

Las nectarinas se reproducen por semilla y aunque el individuo obtenido reproduzca fielmente el carácter de su progenitor, regularmente se utiliza como portainjerto. De la elección adecuada del patrón depende en gran parte el futuro de la producción. Normalmente se emplean como portainjertos, almendros, francos (plantas procedentes de semillas de melocotonero y nectarina), ciruelos y albaricoqueros.

Cada una de estas plantas se adapta a diferentes condiciones de clima, suelo o subsuelo y comunica al injerto distinto grado de vigor. El patrón también influye en la susceptibilidad del árbol, de las flores y de los frutos a los agentes climáticos.

Si empleamos el almendro como patrón obtendremos plantas muy vigorosas, cuyas raíces verticales perforan profundamente la tierra, por lo que el aprovechamiento de los nutrientes del suelo es mayor, por lo que es ideal su empleo en suelos pobres, profundos y sueltos. La nectarina injertada sobre pie franco, es algo menos vigorosa y longeva que la anterior, pero es el que mejor se adapta a los diferentes tipos de suelos. El empleo de ciruelo como patrón se hace cuando se desea implantar un cultivo de nectarina en terrenos poco profundos o algo compactos. En climas cálidos, o tierras excesivamente secas y pobres, es común el empleo de nectarina injertada sobre albaricoquero.

Para obtener más información de los tipos de patrones y la afinidad de los mismos respecto a variedades y las condiciones edafoclimáticas se recomienda la lectura de la bibliografía especializada que figura al final de este documento. Tras varios años, se ha llegado a la conclusión que debe rehusarse como portainjerto el ciruelo Damas por su falta de afinidad y limitado desarrollo. En tierras neutras o ácidas será mejor utilizar el franco como portainjerto. Para la obtención de portainjertos francos los huesos deben sembrarse entre enero y febrero en el mismo vivero, los cuales podrán injertarse en el mismo año.

Como injerto debe utilizarse únicamente el de yema o escudete entre julio y agosto, desmochando el patrón a dos centímetros del empalme del injerto momentos antes de entrar el árbol en vegetación.

Prácticas culturales

Las prácticas culturales de la nectarina son muy similares a las del cultivo del melocotonero, al tratarse de la misma especie, aunque existen algunas diferencias que se detallan a continuación.

Preparación del terreno

Es importante que el terreno esté bien nivelado para evitar la escorrentía de las aguas superficiales. Para preparar el terreno se realizará una labor de fondo de 1 m de profundidad. Con esta operación de desfonde es conveniente enterrar una buena dosis de materia orgánica y de abonos fosfopotásicos. La mejor época para realizar esta labor es a principios de otoño. Antes de la plantación, en otoño, se harán las labores más ligeras con arado y púas para allanar y desmenuzar el terreno.

Plantación

Antes de la plantación se realizará un replanteo, trazando las filas y marcando la posición de los árboles en la fila. La época de plantación es el otoño, antes de los fríos invernales, retrasándose hasta finales del invierno en aquellas zonas de fuertes heladas invernales.

Las plantas deberán transplantarse bien hidratadas y evitando que su sistema radicular se deseque o se dañe durante la operación. Se eliminarán solo aquellas raíces dañadas o enfermas. Por ello se recomienda transplantar las plantas con una mezcla de tierra, estiércol y agua.

El hoyo debe tener unas dimensiones de 50x50x50 cm, y colocar en el fondo entre 5 y 6 kg de estércol bien hecho o 100 gramos de abono nítrico por planta, mezclado con el terreno.

Los marcos de plantación más empleados son el marco real, el marco real rectangular y el tresbolillo. La distancia de plantación dependerá de los sistemas de conducción escogidos, así como de las propiedades edáficas, la variedad, el portainjerto y las labores de cultivo. Destacan:

Formación en vaso: entre filas de 5 a 8 m, entre árboles dentro de la fila de 5 a 7 m.
Formación en palmeta: entre filas de 4 a 5,5 m, entre árboles dentro de la fila de 4,5 a 6 m.
Formas semilibres: entre filas de 4 a 5 m, entre árboles dentro de la fila de 3 a 4 m.

La plantación se realizará con plantones injertados en vivero, con plantas injertadas a yema dormida, con portainjertos de un año de vivero, sembrando directamente el hueso, plantando hacia mayo-junio el franco criado en un contenedor para forzarle su desarrollo.

Poda

Con la práctica de la poda se regula la actividad vegetativa y la fructificación para conseguir el máximo rendimiento económico de la nectarina. Se pueden distinguir diferentes tipos de poda:

Poda de formación

Se aplica a las plantas desde la plantación hasta que se inicia la producción. Según la zona los sistemas de formación más usuales en el cultivo de la nectarina son en vaso en las regiones templadas y en espaldera o palmeta en las menos favorables. En el primer caso suele cultivarse en forma enana, en medios tallos y en cimas altas.

Las labores de poda variarán ligeramente según el tipo de planta de que se parta: plantón injertado, patrón franco silvestre con tres ramas e injertado a tres yemas, patrón franco silvestre injertado a tres yemas en el tronco o patrón franco silvestre injertado a una yema.

Poda de fructificación

Se aplica a aquellas plantas que han superado la fase de formación para regularizar la producción cada año. Esta poda permite regular la producción a lo largo de los años por la renovación de los ramos productivos y mejorar la calidad de los frutos. Este tipo de poda se realiza en seco, a finales del reposo vegetativo.

Una poda de producción normal en plantas e fructificación debe eliminar del 50 al 70% de los ramos mixtos presentes. La intensidad de la poda de producción debe ser gradual, intensificándose conforme se produce la fase de plena producción, normalmente 3 o 4 años después de la plantación. La intensidad de la poda dependerá entre otros factores de la fertilidad del cultivar, de las temperaturas mínimas invernales y del incumplimiento de las exigencias en frío.

La poda se inicia desde el extremo de una rama descendiendo hacia la base, eliminando los ramos demasiado vigorosos, los demasiado débiles y los mal situados. Los ramos que han producido se eliminan completamente o bien se despuntan sobre uno o más ramos mixtos de vigor normal.

Poda en verde

Esta poda se realiza en plena producción y consiste en la eliminación de los chupones y en el aclareo de los brotes para favorecer la lignificación de los ramos que quedan y un mejor revestimiento de la parte basal de la capa. La poda en verde se realiza en dos veces en los meses de junio y julio.

Aclareo de frutos

El aclareo de frutos es un complemento a la poda que permite conseguir una producción de calidad. Si se realiza precozmente se consigue un mejor tamaño de los frutos, una coloración más intensa, una maduración más precoz y más uniforme, una mejor calidad de los frutos, una mayor diferenciación de yemas de flor para el año siguiente, una más completa lignificación de los ramos y una mayor nutrición de la planta. Un aclareo demasiado anticipado, realizado en variedades precoces sujetas a la abertura del hueso, puede acentuar este efecto.

La mejor época para realizar el aclareo de frutos es después de la caída de los pequeños frutos no fecundados y antes del endurecimiento del hueso (30 días después de la floración). Un aclareo demasiado precoz favorece la formación de frutos de mayor tamaño, mientras que un aclareo demasiado tardío es muy poco eficaz. Normalmente se deja un fruto cada 15-20 cm de ramo.

El aclareo puede ser manual, químico o mecánico. El primero precisa de mucha mano de obra y tiene un elevado costo. El aclareo químico se realiza pulverizando la copa con Ethrel a una dosis de 3 g por hectolitro de agua y unos 34-35 días después de la floración. El aclareo mecánico se basa en el empleo de vibradores.

Protección contra el viento

La nectarina, al igual que el melocotonero, es muy sensible a los efectos del viento, por lo que es necesaria la construcción de cortavientos en aquellas zonas muy expuestas. Generalmente se emplean cortavientos o setos formados por ciprés, desaconsejándose el eucalipto debido a la gran competencia que ejerce su sistema radicular frente a las plantas cultivadas.

También se pueden emplear mallas plásticas, de rápida instalación y con distinta densidad de malla. Su duración puede llegar a los 8-10 años.

Control de malas hierbas

Durante el periodo vegetativo debe mantener se el suelo limpio de toda hierba adventicia, dando pasos periódicos y ligeros de rotovator debido a la sensibilidad de las raíces, aunque en el período invernal acepte una labor relativamente más profunda.

Para el control de las malas hierbas también es posible el empleo de herbicidas, pero la nectarina es una especie bastante sensible al efecto tóxico de estos productos, por lo que su empleo no está muy extendido. Entre los productos más empleados destacan los herbicidas de contacto Diquat y Paraquat, por absorción foliar Aminotriazol (A.T.A.) y en preemergencia Bromacilo, Diclobenil, Clortiamida, Trifluralina y Simazina. Para que su empleo tenga éxito se recomienda aplicarlos en las dosis y en las condiciones adecuadas recomendadas por los fabricantes.

Abonado

Durante la plantación se recomienda realizar un abonado con fósforo y potasio a la profundidad explorada por el sistema radicular (20-60 cm). Si se realiza un abonado distribuido en toda la superficie de la plantación, se recomienda aplicar de 80 a 100 tm/ha de estiércol. Si el abonado es localizado por hoyos se emplearán 100-300 g de superfosfato mineral, 200-500 g de sulfato potásico y 500-1000 g de estiércol por hoyo.

Durante el período de formación se realizará un aporte continuo de nitrógeno desde febrero-marzo hasta junio, con cantidades comprendidas entre los 200, 400 y 600 g de nitrógeno, para el primer, segundo y tercer año respectivamente.

El abonado de producción dependerá de los análisis foliares y de suelo realizados, siendo los valores orientativos:

100 a 150 unidades/ha de K2O
50 a 70 unidades/ha de P2O5
200 a 300 unidades/ha de N

El potasio y fosfatos se aplicarán a la caída de la hoja (otoño), antes de las eventuales labores del terreno para favorecer su descenso en profundidad y los nitrogenados momentos antes de entrar el árbol en vegetación (de febrero a junio) para que esté a disposición de las plantas durante la floración y cuajado, en la caída fisiológica de los frutos y en la diferenciación de las yemas.

Riego

El consumo anual de agua de una planta de nectarina, al igual que el melocotonero, es de 60-100 hectolitros, para una producción de 20 kg de materia seca, lo que equivale de 2.500 a 4.000 metros cúbicos de agua por hectárea.

Los métodos de riego empleados en el cultivo de la nectarina son el riego por infiltración mediante surcos, el riego por aspersión y el riego por goteo. El riego por aspersión permite disminuir la temperatura del aire, mitigando los efectos negativos de las altas temperaturas estivales y favorece el crecimiento y la distribución del sistema radicular.

Las nectarinas, si se riegan cuando están próximas a la madurez de los frutos, pueden verse afectadas por el agrietado de la epidermis lo que disminuye mucho el valor comercial de la producción.


Documentación

http://www.infoagro.com/
http://es.wikipedia.org/