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La Página de Bedri
Concejos de Asturias
La Catedral de Oviedo

La Catedral y su impresionante torre es el centro del casco antiguo de Oviedo. La plaza donde se levanta está flanqueada por un conjunto de nobles edificios entre los que destaca la capilla de la Balesquida, que tiene su origen en el siglo XIII. A su izquierda, la Casa de los Llanes, edificio barroco del siglo XVIII, a su lado se levanta el Palacio de la Rúa o del Marqués de Santa Cruz, del S. XV, que es la edificación civil más antigua de la ciudad, gracias a que sobrevivió al incendio que en 1522 asoló Oviedo.

La Catedral de Oviedo, levantada sobre la basílica mandada construir por Alfonso II el Casto bajo la advocación de San Salvador , se construyó sobre las ruinas de una iglesia anterior edificada por su padre Fruela I en el año 765 y destruida en 794 por los árabes.

La basílica de San Salvador fue creciendo hasta absorber otras construcciones realizadas por Alfonso II: el palacio regio y la iglesia de Santa María. La capilla palatina del palacio es la actual Cámara Santa que es la parte más antigua de la construcción.

Comenzó a edificarse a finales del siglo XIII por la sala capitular y el claustro, y su construcción se prolongó durante tres siglos hasta el remate de la torre a mediados del siglo XVI. Posteriormente se añadiría una girola en el siglo XVII además de diversas capillas anexas a las naves laterales.

La iglesia está emplazada en el lugar del anterior conjunto catedralicio prerrománico del siglo IX, alguno de cuyos edificios han sobrevivido. Por esta razón y lo dilatado de la construcción del edificio actual, éste contiene estructuras de estilo prerrománico (Cámara Santa), románico (bóvedas y apostolado de la Cámara Santa), renacentista (remate de la torre) y barroco (Girola, Capilla del Rey Casto y otras capillas).

Pese al traslado de la corte a León fueron muchas las donaciones que los sucesivos monarcas hicieron a la basílica de San Salvador, centro indiscutible de peregrinaje durante la Edad Media. En esta época se construye la Torre Vieja de estilo románico.

En el siglo XIV se inicia la construcción de la Catedral Gótica demoliendo la anterior basílica románica y prerrománica. La construcción dura casi tres siglos, pues se concluye en el s XVI.

Las capillas y panteones que completan la obra habrán de exigir aún cien años más. La mayor parte de la catedral es del s XV por lo que, pese a tener distintos estilos, el que predomina es el gótico florido o flamígero.

Pórtico y Torre. De tres arcos. Los muros y las arquivoltas se diseñaron para acoger esculturas que nunca se realizaron. La Torre se inició en 1508 y finaliza hacia 1556. Su altura total es de unos 70 metros. El proyecto original recogía dos torres.

Capilla de Santa Bárbara. Construida en 1658. De estilo barroco, destaca el retablo obra de Luis Fernández de la Vega. La imagen de Santa Bárbara es de comienzos del S. XVII y su autor fue Antonio Borja.

Capilla de San Roque. Fundada a comienzos de s. XVI por el abad D. Fernando de Llames, que en ella está sepultado. El retablo es del siglo XVII y es obra de José Bernardo de la Meana.

Capilla de San Antonio. El retablo y la imaginería son obra de Meana es barroco con rasgos rococó.

Capilla de Velarde. Destaca la bella imagen de Cristo crucificado del retablo, obra de Alonso de Berruguete, y que es una de la mejores tallas de la Catedral.

Crucero Sur. Alberga el altar barroco de Santa Teresa. Obra del asturiano Toribio de Nava de mediados del S XVII. Desde este lugar se accede a la Cámara Santa, cuya visita se completa con el Museo de la Iglesia y el claustro.

Torre Vieja. Construida a comienzos del S. XII es de estilo románico y planta cuadrangular. En la parte superior se abren ventanas con arcos de medio punto.

Claustro. Sustituye a uno anterior, románico, del S. XII, del que aún se conservan algunos restos. De estilo gótico, fue construido entre el S. XIV y mediados del XV. Especial atención merecen las ménsulas y capiteles por su variada y rica iconografía. En la fachada sur se abre la llamada Puerta de las Limosnas. El claustro acaba de ser restaurado.

Sala Capitular. De finales del S.XIII es un recinto cuadrado que en la actualidad acoge los restos conservados de la antigua sillería gótica del Coro, que fue recuperada hace pocos años.

Cementerio de Peregrinos. Donde recibían sepultura los peregrinos que fallecían en Oviedo durante su periplo.

Capilla Covadonga. Hubo de ser derribada para construir la girola. Frente a esta capilla se encuentra la imagen del San Salvador, de piedra policromada, posiblemente obra del S.XI y que presidía la antigua basílica. Ante esta imagen se postran los peregrinos.

Girola. Levantada a mitad del S. XVII abriéndose pequeñas capillas con los retablos  de San Pablo, el Descendimiento, San Pedro, San Andrés y San Bartolomé.

Retablo Altar Mayor. Construido a principios del S XVI Se articula en 5 calles y cuatro pisos, excepto la calle central. Es uno de los mejores de la época.

Crucero Norte. En la pared Este se sitúa el altar de la Inmaculada con su retablo.

Capilla Rey Casto. Se entra por una portada gótica del S. XV. Se estructura en tres naves, muy estrechas las laterales

Panteón de los Reyes. Dentro de la Capilla del Rey Casto, descansan los reyes de la monarquía asturiana.

Capilla de Belén. Con fines funerarios.

Capilla de los Vigiles. Construida en el S. XVII con mezcla de elementos clásicos y barrocos por Juan Vigil de Quiñones, obispo de Segovia, que está enterrado en ella y de quien es la escultura en posición orante.

Capilla de la Asunción. Destaca el retablo de mediados del S. XVII.

Capilla de San Juan Bautista. Del S. XVIII, su retablo recoge una variadísima repertorio de santos.

Capilla de Santa Eulalia. Construida sobre planta de cruz griega con una gran cúpula plagada de elementos decorativos barrocos. Guarda los restos de esta santa que es patrona de la Diócesis de Oviedo.

Cámara Santa. Fue la capilla palatina de Alfonso II. Acoge el Tesoro Catedralicio en el que destaca la Cruz de los Ángeles, donación de Alfonso II y símbolo de Oviedo; la Cruz de la Victoria, donación de Alfonso III (S. X), símbolo de Asturias. La Caja de las Ágatas, donación de Fruela II (910) y por último, el Arca Santa que contiene las reliquias de la cristiandad, entre ellas el Santo Sudario, que actualmente se guarda en un soporte especial para su perfecta conservación. En la parte inferior de la edificación está la Cripta de Santa Leocadia

Atribuida su construcción a Alfonso II (791-842), consta de dos plantas; la inferior dedicada a Santa Leocadia con funciones de panteón episcopal; y la superior dedicada a San Miguel que respondería a una capilla episcopal en cuyo santuario se custodiarían las reliquias de San Salvador. Permanece como actual altar una de las joyas de nuestro románico; el Arca Santa, sustituto de la antigua arca que recogería las reliquias traídas por inmigrantes cristianos procedentes de Al-Andalus. En el siglo XI y con el auge de las peregrinaciones el culto a las reliquias y a San Salvador convertirían a la Cámara Santa en uno de los Santuarios más importantes de la Cristiandad. En el siglo XII se reformaría la Capilla de San Miguel; a sus muros se adosarían seis columnas dobles representando al Apostolado. Conjunto apostólico que se convertiría en una de las obras maestras del Románico español. (Ver más)

Cruz de Los Ángeles

Extraordinaria pieza de orfebrería realizada bajo el reinado de Alfonso II en el año 808. La Cruz de los Ángeles se convertiría en un símbolo religioso y político de la Monarquía Asturiana, representativo de la unidad de Iglesia y Estado.

Tiene forma de cruz griega y está revestida con chapa de oro en forma de finísimas laminillas, así como por filigranas de hilo de oro en forma de figuras geométricas. En los extremos de sus brazos conserva pequeñas cajitas relicario.

El anverso de la Cruz está decorado por 48 piedras preciosas, y entalles romanos con representaciones mitológicas, En el disco central destaca el gran granate oval, así como zafiros, amatistas, rubíes, ágatas, ópalos y variedad de piedras preciosas.

Destaca el gran camafeo de ágata, engastado en el disco central, lugar de unión de los brazos. Distribuidos en cada uno de los brazos del reverso se encuentra una inscripción de dedicación de Alfonso II, y en la que es preferente mencionar un fragmento en que se resalta el carácter apotropaico o signo de protección en que se ha convertido la Cruz: Con este signo se protege al piadoso. Con este signo se vence al enemigo.

La referencia a los ángeles está basada en la leyenda (Crónica de Silos, 1115) según la cual fueron ángeles los orfebres que labraron la cruz, los cuales se presentaron como peregrinos ante el monarca Alfonso II.

Cruz de la Victoria

Representa la obra más excelsa, realizada por orfebres asturianos y artistas procedentes del reino franco, que el rey Alfonso III mandó hacer como donación a la catedral de San Salvador el 27 de Marzo de 908, conmemoración del día de Pascua.

La cruz es de tipo latino, ensanchándose los brazos hacia sus extremos. En el enlace o centro de unión se encuentra una cajita relicario. En su anverso destaca el medallón de cristal de roca (sustituido por una amatista de color oscuro).

En su entorno se disponen 8 paneles de esmaltes y rodeando el conjunto 8 cabujones desaparecidos. La corona circular alterna cabujones con placas esmaltadas de diversa policromía, las cuales conservan figuras de un cuadrúpedo, un ave y un pez; los llamados tria genera animalium.

Placas esmaltadas que vuelven a repetirse en forma cuadrangular en los brazos con la representación nuevamente de los tria genera animalium. El reverso de la Cruz recoge la inscripción de donación de Alfonso III y su esposa Jimena en 908 y en la que se recoge el texto que resalta el signo de protección en que se ha convertido la Cruz: Con este signo se protege al piadoso. Con este signo se vence al enemigo.

Según la leyenda el alma de madera de roble de la Cruz de la Victoria, sería la cruz que llevaría Pelayo en Covadonga y con la que vencería en esa batalla. La realidad es que responde a la tradición presente en la Monarquía Asturiana, de recurrir a la Cruz como emblema y lábaro.