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La Página de Bedri
Concejos de Asturias
Santa María del Naranco
Situación de los monumentos del Monte Naranco
1.- Aparcamiento público, 2.- Aula del Prerrománico, 3.- Santa María del Naranco, 4.- San MIguel de Lillo, 5.- Carretera a Oviedo, 6.- carretera a Ules, 7.- Carretera al Monte Naranco.

Situada a 300 m de la iglesia de Liño, se encuentra el edificio civil de Sta María de Naranco, obra regia de Ramiro I (842-850). Representa la construcción más emblemática del Arte Asturiano.

Santa María de Naranco es uno de los monumentos más enigmáticos y armoniosos de la historia de la arquitectura occidental. Su tipo no encaja entre los de uso litúrgico, habiendo de pensarse en antecedentes civiles, de los que la raíz -por los motivos decorativos e iconográficos y el diseño de las fachadas- parece encontrarse en la arquitectura tardoantigua y paleobizantina del Próximo Oriente.

Las crónicas asturianas son unánimes al atribuir a Ramiro I (842-850) una importante labor constructiva en el monte Naranco.

Formando probablemente parte de un conjunto de edificios más amplio, destinado a residencia fija u ocasional del promotor, funcionó como templo desde al menos los años iniciales el siglo XII hasta su restauración en los años 1929-1934. La denominación con la dedicación a Santa María deriva de la inscripción del altar que fue recuperado entre la mampostería del retablo-altar existente en el mirador oriental. Dicho altar fue erigido en el año 848.

El complejo arquitectónico al que pertenecía este edificio también comprendía la cercana iglesia de San Miguel de Lillo. Sin embargo, a causa del derrumbamiento de la cabecera y de parte de las naves de San Miguel, el Aula Regia fue transformada en iglesia, probablemente durante el siglo XII, pues la crónica silense de 1150 ya lo registra como templo de Santa María. El edificio se ubica en la ladera meridional del Monte Naranco donde existía un bosque en el que abundaba la caza. La ausencia de un ábside destinado a contener el trono del rey hace pensar que el edificio hubo de tener carácter de palacio de campo o residencia real dedicada al ocio.

El templo fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en diciembre de 1985.

Arquitectura

Reúne innovaciones constructivas resaltadas por las Crónicas de la época: bóvedas de cañón, arquerías murales ciegas, contrafuertes, etc. Es un edificio sujeto a unas exquisitas normas de proporción y armonía y un cuidadoso estudio estético.

Tiene una planta rectangular de 21 metros de largo por 6 de ancho, y está dividida en dos plantas abovedadas: Cripta y Sala Superior flanqueada por dos miradores, con una altura total de unos 9 m., resultando una planta bastante alargada. En sus lados mayores existen dos salientes de los cuales el del lado norte corresponde a una escalera de dos tiros por la que se accede a la planta superior.

Su estructura, perfectamente simétrica, consta de dos plantas, a su vez divididas en tres dependencias. En la planta inferior, a ras de suelo, se encuentra una sala central, flanqueada al Este por un cubículo subterráneo, cuya función inicial tuvo que ver con el almacenamiento de agua, y al Oeste por una habitación con acceso exterior. La planta superior reproduce esta triple disposición, consistiendo en una sala central y dos miradores laterales, abiertos al exterior mediante amplias arquerías. Miradores superiores y sala inferior están abovedado con cañones articulados con arcos fajones. Las dependencias laterales de la planta baja se cubren con forjados de madera. Los fajones de la planta superior, las arquerías ciegas y los estribos de las fachadas Norte y Sur están enlazados en un sabio sistema de contrarresto de apoyos, lo que permitió al proyectista abrir amplios ventanales y vanos en los paños murales de relleno.

Al costado Norte se sitúa un templete con la escalinata de subida a la planta superior, igualmente provisto de vanos bajo arcos peraltados y fustes sogueados. En la fachada opuesta se dispuso un mirador saliente, de doble alzado, del que sólo se conserva la planta y los arranques de muros inferiores, así como los enjarjes de las dos bóvedas que cubrieron sus dos pisos.

La planta baja consta de un amplio cuerpo central cubierto de bóveda de cañón recorrido por arcos fajones que descansan directamente sobre el muro, por lo que presenta grandes similitudes con la capilla inferior de la Cámara Santa de Oviedo, en la catedral ovetense. Fue posiblemente utilizado como oratorio palatino, aunque se especula con que se tratase de una cámara regia donde se recibiese audiencia, esta teoría se apoya en el bancada que recorre las paredes, y está flanqueado por dos cámaras laterales con cubierta de madera. De estas cámaras laterales la del lado este comunica con el cuerpo central y tuvo funciones de sala de baño (interpretación controvertida) o aljibe, conservando su pila. La del lado oeste solo es accesible desde el exterior, desconociéndose su función, pudiendo haber acogido una garita.

La planta superior fue planta noble, presentando una distribución similar a la de la planta baja. La gran sala central, rectangular y cubierta por bóveda de cañón peraltada atravesada por seis arcos fajones que se apoyan en ménsulas. Está recorrida en sus lados mayores por una arquería ciega que se apoya en dobles columnas de fustes sogueados de origen celta. Se encuentra flanqueada en este caso por dos miradores o tribunas también cubiertos con bóveda.

Al exterior, en sus lados mayores, son visibles los contrafuertes que se corresponden con los arcos fajones interiores. En los lados menores la fachada se estructura en tres pisos, correspondiendo el central a la planta noble, cuyos miradores se abren al exterior mediante tres arcos de medio punto peraltados, en los que el central es ligeramente mayor. Este mismo esquema, a una escala mucho más reducida y estilizada, se repite por encima de ellos, formando el ventanal de dos cámaras a las que no existe acceso excepto con la ayuda de una escalera y su utilidad era de guardar el tesoro del noble.

En el mirador oriental se conserva un altar con funciones eucarísticas: podio y mesa con una inscripción en la que se refleja el momento de construcción del edificio por mandato regio de Ramiro I y su esposa Paterna y la fecha de dedicación: 23 de Junio de 848.

El resultado es un edificio elevado, esbelto y elegante, modulado por la simetría de los contrafuertes y la gracia de sus arcos de medio punto peraltados, alguna de cuyas soluciones constructivas y decorativas, como las bóvedas de cañón, los arcos fajones, los contrafuertes exteriores o la supeditación de la decoración escultórica a la arquitectura, suponen un claro anticipo del románico.

Principalmente el material utilizado es el sillarejo, como es corriente en el arte asturiano.

Decoración escultórica

Por primera vez se integra la decoración escultórica en la tectónica del edificio. Así tenemos espléndidas columnas con sogueado y capiteles corintios de extrema perfección técnica en arquerías y fachadas de los miradores. Capiteles troncopiramidales con figuras de personajes y animales en la sala superior.

Además del sogueado en fustes y capiteles, éstos se encuentran decorados con animales, tema que se repite en los treinta y dos medallones ubicados en las enjutas de sus arcos, junto con aves, cuadrúpedos, caballos y caballeros en actitud de combate. Los medallones los podemos encontrar tanto en el interior como el exterior de edificio, como remate inferior de pilastras o cintas, largas y estriadas en el exterior y cortas bajo las ménsulas en las que se apoyan los arcos fajones interiores.

Es una decoración algo tosca, que denota influencia oriental tardorromana y que se encuentra supeditada a la arquitectura, pero que contribuye a crear un edificio austero a la par que de gran armonía y belleza.

El piso superior disfruta de una riqueza decorativa escultórica insólita en cualquier otro edificio coetáneo, y de una muy notable coherencia estilística. Esta escultura arquitectónica se compone de cuatro series de capiteles, sobre fustes helicoidales o sogueados, 32 medallones empotrados en las enjutas de los arcos de los paramentos interiores y exteriores, 16 placas rectangulares situadas en los lados mayores del interior de la sala central, líneas de imposta y cruces esculpidas en los lados menores, a lo que hay que añadir las acanaladuras que recorren las roscas de todos los arcos y los estribos. El edificio no participa de ninguna de las características arquitectónicas que definen los templos, salvo su perfecta orientación según el eje Oeste-Este. La iconografía, sin embargo, se compone de motivos religiosos (cruces, profetas, individuos con traje talar).