Esta web utiliza cookies, puedes ver nuestra la política de cookies, aquí Si continuas navegando estás aceptándola
Política de cookies +
La Página de Bedri
Café
El café en el mundo
Índice de recetas de café
Índice alfabético
Recetas por grupos

El café es  la segunda mercancía comercializada en el mundo, solo detrás el petróleo. Se estima en 125 millones el número de personas que vive del cultivo del café, incluyendo los 25 millones de pequeños productores. Se calcula que cada año se beben unos 400.000 millones de tazas de café. Por tanto, hay en juego muchos intereses económicos y sociales extremadamente importantes.

Datos económicos

Respecto al café, la unidad de medida es la bolsa de 60 kg. La producción media mundial es superior a 100 millones de bolsas desde hace varios años (120 millones en 2002, 102 millones en 2003). De esta producción, se exportan más de 80 millones de bolsas cada año (88 millones en 2002, 84 millones en 2003). El mayor productor es, con mucha diferencia, Brasil, especialmente el estado de Sáo Paulo donde se sitúa el primer puerto cafetero del mundo: el puerto de Santos, seguido por Colombia y Vietnam (el productor más importante de robusta).

En el caso de Vietnam, hay que tener en cuenta que el cultivo del café no es realmente tradicional ya que en 1987, estaba en la 31ª posición mundial. El acceso a esta posición de primer productor de robusta es en realidad el resultado de una voluntad política, fomentada por el Banco Mundial. La entrada extremadamente agresiva de Vietnam al mercado del café combinada con la enorme extensión del cultivo en Brasil son las dos principales razones alegadas para explicar la caída del precio a mediados de los años 90. El descenso de los precios cesó desde 2004. Las dos razones alegadas son el aumento del consumo en China y en Rusia por una parte, y una reducción de la producción mundial por otra. Este aumento de precios permite ahora a los pequeños productores vivir del producto de la venta de su cosecha.

En 2005 los precios del café subieron, con promedios mensuales del índice ICO de entre 78,79 céntimos de dólar estadounidense por libra en septiembre y 101,44 en marzo. Esta subida fue causada probablemente por un aumento del consumo en Rusia y China, así como una cosecha entre un 10% y un 20% inferior a la registrada en años anteriores. Ahora muchos agricultores de café pueden vivir de sus productos, pero no en todas las etapas, pues el aumento del precio del petróleo encarece los costes de transporte, la torrefacción y el empaquetado de los granos de café. Se espera que los precios se mantengan o que incluso suban aún más en 2006.

Se utilizan varias clasificaciones para etiquetar el café producido bajo ciertos estándares ambientales o de trabajo. Por ejemplo, bird-friendly o el shade-grown se producen en las regiones donde la sombra natural (producida por los árboles) se utiliza para proteger las plantas del café durante parte de la estación de crecimiento. El café orgánico se produce bajo estrictas pautas de certificación, y se produce sin utilizar pesticidas artificiales potencialmente dañinos. El café convencional es producido utilizando más pesticidas que cualquier otro cultivo agrícola—el algodón es el segundo. El café de comercio justo es producido por pequeños productores de café; garantizando para estos productores un precio mínimo, aunque históricamente con precios bajos, los actuales mínimos de comercio justo son más bajos que el precio de mercado de sólo unos pocos años antes. TransFair USA es la principal organización que supervisa actualmente las prácticas comerciales de comercio justo del café en los Estados Unidos, mientras que la Fairtrade Foundation hace lo propio en el Reino Unido

El ejemplo brasileño

Los altibajos del mercado en 1830 incitan a los empresarios de Brasil a pasar de la explotación del oro a la del café, hasta entonces reservada al consumo local. Esta decisión se acompaña de importantes inversiones, como, por ejemplo, la creación de una red de cerca de 7.000 km de ferrocarril entre 1860 y 1885 para hacer frente a la enorme necesidad de mano de obra. Las principales regiones afectadas por este desarrollo son las de Río de Janeiro y las provincias del sur del país de tierras fértiles y clima propicio (Sáo Paulo), principales productoras de café.

Entra la abolición de la esclavitud en 1888 y en el año 1928, la fuerza de trabajo es reforzada por una inmigración masiva: 3,5 millones de trabajadores llegan desde Portugal, Italia, España, Alemania y Japón principalmente. Sólo en Sáo Paulo, el número de nuevos inmigrantes es de 201.000 entre 1884 y 1890 y más de 733.000 entre 1891 y 1900. El rendimiento de la producción de café aumenta. En 1880, Sáo Paulo produjo 1,2 millones de sacos (25% de la producción total), en 1888 2,6 millones (40%), en 1902, 8 millones de sacos (60%). El café representa entonces un 63% de las exportaciones del país. Las ganancias logradas por este comercio permiten un crecimiento económico sostenido en el país.

El plazo de cuatro años entre la plantación de un cafeto y la primera cosecha amplía las variaciones estacionales en el precio del café. El Gobierno se ve pues obligado, hasta cierto punto, a mantener los precios con subvenciones en períodos de fuerte producción. Esta política de mantenimiento de los precios tiene como efecto negativo una inflación de las plantaciones en Sáo Paulo, dando como resultado una enorme superproducción a principios de los años 1930.

Producción

Casi la totalidad de la producción mundial de café es obtenida en zonas tropicales y subtropicales, en su mayoría países en vías de desarrollo o subdesarrollados. En muchos casos la exportación de café constituye parte importante de los ingresos del país, y su producción un gran generador de empleo.

De la producción del café no sólo depende un gran número de personas (25 millones en el mundo) sino también muchos países productores. Hay zonas, como por ejemplo los grandes lagos de África (Burundi, Rwanda, Uganda...) que, a pesar de no ser uno de los principales países en la exportación de café al volumen mundial, su economía depende de un 80% de su exportación.

Colombia es el primer exportador mundial de café suave y tiene representación mundial a través de las tiendas Juan Valdez. Además tiene una de las mas grandes variedades de cafés especiales, ya que dependiendo de la región de cultivo, el sabor, color y aroma del café varían; muchos de estos cafés de consideran Premium dentro del mercado mundial y pueden ser bastante costosos. Otros países como Guatemala poseen una variedad climática única por lo que las variedades de café cultivados en sus microclimas permite la creación de café Gourmet de gran sabor y textura por lo que el desarrollo económico depende más de la calidad que de la cantidad de la producción

En 1825, la producción era de 100 000 toneladas y en 2001 fue de 6 millones. Desde 1997 hasta 2005, la producción ha aumentado un 20 %, dos veces más que la demanda

Zonas de producción

r: Variedad Robusta
m: Variedades arábica y robusta
a: Variedad arábica

Consumo

Importaciones

Los países importadores que forman parte de la Organización Internacional del Café son: Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Dinamarca, España, Estonia, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Japón, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Reino Unido, Suecia, Suiza, Estados Unidos de América y la Comunidad Europea.

Cinco empresas adquieren casi la mitad de la producción mundial y sus ventas anuales generan beneficios del orden de mil millones de dólares.

Países Productores

Brasil

Brasil es el primer productor mundial de café, rondando los 20-25 millones de sacos (60 kg por saco) anuales. En este país, 5 millones de personas viven directa o indirectamente del café.

Los cafés de Brasil, tratados casi todos por vía seca, son bastante diversos. Los embarcados por el puerto de Santos, sobre todo los strictly soft, tradicionalmente han sido considerados como los más suaves. Tienen gran reconocimiento en el mercado mundial los cafés del Sul de Minas, con más cuerpo y perfume más fuerte. Los cafés de Río son muy particulares, con un sabor a yodo que recibe el nombre de “gusto de Rio” o “riado”, y un cuerpo marcado.

Brasil es un mosaico de sabores: Paraná, Sao Paulo, Bahía, Espíritu Santo (históricamente el café de los Papas)… Por todo ello, es muy difícil de tipificar los cafés de Brasil con un patrón único. Dentro de Brasil, hay que destacar la producción de un robusta llamado conilón, sobre todo en las regiones de Rondonia.

Colombia

Es el primer productor mundial de arábica lavado. Casi 600.000 familias viven en Colombia del cultivo, industria y comercio del café. Hablar de café colombiano, es hablar de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, asociación gremial en constante lucha por mejorar las condiciones de vida y trabajo de los cafeteros. El resultado de un café de calidad que, apoyado en una inteligente campaña publicitaria dirigida por la Federación a nivel mundial, es identificado popularmente como el mejor café del mundo, aún existiendo cafés más apreciados por los connaisseurs.

Es un café ácido, suave, con poco cuerpo pero con un aroma agradable. De entre los cafés colombianos, los más ácidos se envían a los países del norte y centro de Europa, donde aprecian más la acidez. Los cafés menos ácidos son enviados a países latinos.

Costa Rica

Uno de los mejores productores de arábica lavado. Técnicas modernas de cultivo aplicadas a una de las tierras más ricas de todo el continente por su origen volcánico, dan en Costa Rica uno de los rendimientos por hectárea más altos del mundo.

Las plantaciones en Costa Rica se sitúan entre los 200 y los 1.700 metros. Lógicamente, las plantaciones situadas por debajo de los 700 metros dan un café de menor calidad y poca acidez.

Son aquellos cafés que crecen por encima de los 900 metros los que alcanzan mayor grado de calidad, sobre todo los Strictly Hard Bean (SHB), que crecen por encima de los 1.200 metros. Estos SHB de Tarrazú, Heredia o Volcán Poas, son cafés bastante completos con cuerpo aceptable, alta acidez y magnífico aroma

Guatemala

Solamente arábicas. Sus SHB, cafés de altura, pueden considerarse como unos de los cafés más ricos del mundo. Sin faltarles cuerpo, tienen acidez y aromas afrutados y florales.

Etiopía

Cuna del café o, por lo menos, donde se han encontrado restos arqueológicos de los cafeteros más viejos.

Productor de arábicas, tanto lavados como naturales. Cafés de poca cafeína. Algunos muy ácidos, producto de cultivos a más de 2.000 metros. Otros, muy salvajes como los Djimah. También, los hay excelentes por su dulzura, perfume y suavidad como los Harrar. Y aún podríamos hablar de los Sidamo, Kaffa…

Kenia

Otro de los grandes desde el punto de vista de la calidad. La mayor parte de sus cafés se cultivan más arriba de los 1.500 metros, algunos de ellos por encima de los 2.000. Kenya creó en su día un organismo tutelador para el café: el Coffee Borrad of Kenya. Sus cafés son de una gran acidez, una alta calidad y un alto precio.

Jamaica

Los llamados Blue Mountain de Jamaica son unos de los cafés más célebres del mundo. Cafés magníficamente perfumados y ligeramente ácidos. Ahora bien, su precio es más del doble respecto a cualquier otro café. Los compradores, casi exclusivos, son los japoneses.

Indonesia

Gran productor de café robusta (85%) de gusto muy amargo. Peligroso por la posible presencia de granos fermentados. De su producción arábica habría que destacar algunos cafés de calidad marcada.

Uganda

Uno de los orígenes más seguros a la hora de comprar robustas, generalmente neutros y sin sabores extraños.

Angola

Desgraciadamente, asuntos políticos han repercutido en la calidad del café. La prolongada guerra y, junto a ella, la marcha de los últimos portugueses que controlaban las mejores fincas, han dado al traste con la producción. De todas formas, es un robusta excelente por su aspecto y por su gusto.

Camerún

Dos tercios de su producción corresponden a cafés robustas, por lo general bien cultivados y preparados. Destaca entre los robustas por su gran calidad. Sus cafés arábicas son más bien vulgares, si exceptuamos la producción de algunas pequeñas fincas de propiedad europea, que dan cafés comparables a los centroamericanos.

Tanzania

En términos de carácter, el café tanzano pertenece a la familia de los africanos centrales y del este, mayoritariamente lavados, brillantes, con cierta acidez y equilibrados en taza. En los últimos años se ha convertido en uno de los orígenes preferidos por los norteamericanos y ello ha comportado la aparición de granos de este país africano en importantes premios cafeteros.

A pesar de su gran potencial, a menudo una mala manipulación y sobretodo un deficiente almacenamiento y transporte acaban corrompiendo la taza tanzana.

Vietnam

En poco menos de 20 años, Vietnam se ha convertido en el mayor productor de café robusta del mundo, siendo además, la comercialización de este producto el tercer aporte de divisas más importante para el país, alrededor de 583 millones de dólares al año.

Los robustas vietnamitas se caracterizan por su sabor moderado, sin que su calidad, muy uniforme en toda la cosecha sea de la mejores del mercado. Actualmente, Vietnam está exportando dos calidades de café, la 1 y la 2ª. A la primera corresponde el 30% del total de las exportaciones, mientras que el resto se enmarca en la calidad 2. La principal diferencia entre ambas es la proporción de granos negros o rotos que albergan los sacos. Así en los sacos de calidad 1, no puede haber más de un 3% de granos defectuosos, mientras que en los de calidad 2, esta proporción no puede sobrepasar el 5%.

El café en el comercio justo

El café es uno de los principales productos del llamado comercio justo. La etiqueta Max Havelaar fue dedicada inicialmente a este producto. Fue elegido como símbolo porque era el producto más exportado tras el petróleo y porque su precio se fijaba en la bolsa de los mercados internacionales, aunque sea producido en su mayoría por pequeños campesinos y empresas familiares.

Los compradores que disponen de esta etiqueta se comprometen a comprar el café a un precio mínimo incluso aunque los precios mundiales sean inferiores a este límite máximo (el precio de compra sigue el tipo de cambio del mercado cuando éste supera el límite máximo, como fue el caso entre 1994 y 1997). Este precio mínimo, junto a una prefinanciación de las cosechas y una garantía de compra sobre varios años permitió a numerosos pequeños productores mejorar sus condiciones de vida y no quedarse en la miseria durante la crisis del café de 1997 cuando la enorme caída del precio (-65%), causada por la superproducción, dejó el precio de compra por debajo del costo de producción.

La etiqueta garantiza también el pago de una prima de desarrollo destinada a la instauración de programas alimentarios, salud o educación.

Otro tipo de producción considerada como más ética es la agricultura biológica. Algunos productos combinan las normas equitativas y biológicas.