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Berenjena

¿Qué es la berenjena?

La berenjena (Solanum melongena) es una planta anual del género Solanum dentro de la familia de las solanáceas. Es originaria de la India.

Origen

La berenjena es originaria de las zonas tropicales y subtropicales asiáticas. Se cultivó desde muy antiguo en la India, Birmania y China. Hacia el año 1.200 ya se cultivaba en Egipto, desde donde fue introducida en la Edad Media a través de la Península Ibérica y Turquía, para posteriormente extenderse por el Mediterráneo y resto de Europa. Fue en el siglo XVII cuando se introdujo en la alimentación, tras ser utilizada en medicina para combatir inflamaciones cutáneas y quemaduras.

Descripción

Presenta tallo erecto, velludo y ramificado. Su altura varía entre los 30 y los 60 cm. Las flores son grandes y de color violeta. El fruto, comestible, es una baya grande, brillante, alargada o redondeada, generalmente de color morado. Las variedades más importantes son la catalana, la de Murcia y la violeta redonda. La semilla para la siembra se extrae de los frutos maduros.

Clasificación científica

Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Solanales
Familia: Solanaceae
Género: Solanum
Especie: S. melongena
Nombre binomial
Solanum melongena
L.

Taxonomía

Planta: es herbácea, aunque sus tallos presentan tejidos lignificados que le dan un aspecto arbustivo y anual, aunque puede rebrotar en un segundo año si se cuida y poda de forma adecuada, con el inconveniente de que la producción se reduce y la calidad de los frutos es menor.

Sistema radicular: es muy potente y muy profundo.

Tallos: son fuertes, de crecimiento determinado cuando se trata de tallos rastreros que dan a la planta un porte abierto, o de crecimiento indeterminado cuando son erguidos y erectos, pudiendo alcanzar hasta 2-3 metros de altura. Dependiendo del marco de plantación, se suelen dejar de 2 a 4 tallos por planta. Los tallos secundarios brotan de las axilas de las hojas.

Hojas: de largo pecíolo, entera, grande, con nerviaciones que presentan espinas y envés cubierto de una vellosidad grisácea, causante en ocasiones de alergias. Las hojas están insertas de forma alterna en el tallo.

Flores: el número de pétalos, sépalos y estambres oscila entre 6 y 9. Los pétalos son de color violáceo. Tanto el pedúnculo como el cáliz poseen abundantes espinas, aunque actualmente se tiende al cultivo de variedades sin espinas. Los estambres presentan anteras muy desarrolladas de color amarillo que se sitúan por debajo del estigma, dificultando la fecundación directa. El cáliz de la flor perdura después de la fecundación y crece junto al fruto, envolviéndolo por su parte inferior, lo que puede dar lugar a ataques de botritis (Botrytis cinerea) cuando la humedad relativa es elevada, ya que los pétalos quedan atrapados entre el cáliz y el fruto.

La mayor parte de las variedades florecen en ramilletes de tres a cinco flores, una de las cuales es hermafrodita y de pedúnculo corto y continuo desde el tallo hasta el cáliz, y da lugar a un fruto comercial, mientras que el resto de las flores abortan o dan lugar a un fruto pequeño y de peor calidad. Normalmente la primera flor aparece en el vértice de la primera bifurcación o tallo principal de la planta. La fecundación de la flor es autogama, aunque también puede haber cruzamiento con flores de otras plantas e incluso de las misma planta. El exceso de humedad perjudica la dehiscencia del polen, por lo que la flor puede caerse como consecuencia de la falta de fecundación.

Frutos: es una baya alargada o globosa, de color negro, morado, blanco, blanco jaspeado de morado o verde. Presenta pequeñas semillas de color amarillo con un poder germinativo que oscila entre 4 y 6 años. 1 gramo de semillas contiene entre 250 y 300 unidades.

Requerimientos edafoclimáticos

El manejo racional de los factores climáticos de forma conjunta es fundamental para el funcionamiento adecuado del cultivo, ya que todos se encuentran estrechamente relacionados y la actuación sobre uno de estos incide sobre el resto.

Temperatura: es un cultivo de climas cálidos y secos, por lo que se considera uno de los más exigentes en calor (más que el tomate y el pimiento). Soporta bien las temperaturas elevadas, siempre que la humedad sea adecuada, llegando a tolerar hasta 40-45ºC. La temperatura media debe estar comprendida entre 23-25ºC.

A temperaturas próximas a la mínima biológica (10-12ºC) o a la máxima (40-45ºC), se reducen los procesos biológicos, induciendo el retraso del crecimiento y afectando a la floración y la fecundación y posterior desarrollo del fruto. La planta se hiela con temperaturas por debajo de los 0ºC.

Humedad relativa: la humedad relativa óptima oscila entre el 50% y el 65%. Humedades relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas y dificultan la fecundación. Cuando la humedad y la temperatura son elevadas se produce una floración deficiente, caída de flores, frutos deformes y disminución del crecimiento. Efectos similares se producen cuando la humedad relativa es escasa.

Tan importante como el valor de la humedad relativa, es el del déficit de presión de vapor, que depende de la humedad ambiente y la temperatura, siendo conveniente valores comprendidos entre los 4 y los 15 g/m3.

Luminosidad: es una planta muy exigente en luminosidad, requiere de 10 a 12 horas de luz, por lo que en días cortos (otoño-invierno) es necesario aprovechar al máximo las horas de luz para evitar el ahilamiento, malformación de flores y hojas, deficiente fecundación, frutos deformes y pulpa esponjosa, que se agrava en condiciones de humedad relativa superior al 65%.

Suelo: es poco exigente en suelo, debido a que posee un potente y profundo sistema radicular. No obstante, los suelos más adecuados son los francos y profundos. En suelos arcillosos pueden presentarse problemas de asfixia radicular, mostrando rápidamente los síntomas. Los valores de pH óptimos oscilan entre 6 y 7, aunque en suelos enarenados puede cultivarse con valores de pH comprendidos entre 7 y 8,5. En suelos ácidos presenta problemas de crecimiento y producción.

Es menos resistente a la salinidad del suelo y del agua de riego que el tomate y más que el pimiento, siendo más sensible durante las primeras fases del desarrollo.

Valor nutricional de la berenjena
Agua(%) 92
Glúcidos (g) 2.20-2.49
Proteínas (g) 0.90-1.24
Grasas (g) 0.18-0.40
Fibras alimentarias (g) 2.00-2.82
Valor energético (kcal) 15.00-17.08

Fertilización carbónica: la aportación de CO2 permite compensar el consumo de las plantas y garantiza el mantenimiento de una concentración superior a la media en la atmósfera del invernadero; así la fotosíntesis se estimula y se acelera el crecimiento de las plantas.

Para valorar las necesidades de CO2 de los cultivos en invernadero necesitamos realizar, en los diversos periodos del año, un balance de las pérdidas derivadas de la absorción por parte de las plantas, de las renovaciones de aire hechas en el invernadero y las aportaciones proporcionadas por el suelo a la atmósfera del mismo.

Del enriquecimiento en CO2 del invernadero depende la calidad, la productividad y la precocidad de cultivos. Hay que tener presente que un exceso de CO2 produce daños debidos al cierre de los estomas, que cesan la fotosíntesis y pueden originar quemaduras.

Los aparatos más utilizados en la fertilización carbónica son los quemadores de gas propano y los de distribución de CO2.

En la fertilización carbónica es necesario una humedad relativa no inferior al 65%, luminosidad alrededor de los 30.000 lux y una temperatura comprendida entre los 25 y 30ºC.

La aportación de CO2 en el invernadero a niveles de 400 a 600 ppm produce un aumento en la producción en el cultivo de la berenjena.

Variedades

El empleo de variedades híbridas en los países de la cuenca mediterránea sólo se lleva a cabo en los cultivos en invernadero que se desarrollan en Almería y en ciertas zonas de Sicilia, Grecia y Turquía, estando el resto de la producción basada en variedades locales.

Los dos tipos más apreciados por el mercado son:

Globosa: frutos casi esféricos de color negro o violeta oscuro. Más aceptada en el mercado nacional. Se cultiva bastante en invernadero, por presentar pocos problemas de floración y fructificación y suelen dar producciones más precoces.

Semilarga: fruto más o menos alargado y más estrecho que el tipo anterior, con bajo peso. Es la más apreciada tanto en el mercado interior como exterior. Están apareciendo nuevas variedades para su desarrollo en invernadero y con buena adaptación para el cultivo al aire libre.

Características de las variedades comerciales en función de la demanda del mercado al que van destinadas:

Porte de la planta: se prefiere el erguido frente al abierto.

Color del fruto: los frutos brillantes de color negro o morado oscuro son mas demandados.

Color y sabor de la pulpa: puede ser blanca o verdosa, siendo esta última de sabor picante y amargo y de textura esponjosa.

Resistencia al transporte, teniendo en cuenta tanto la consistencia del fruto o firmeza como la resistencia de la piel a roces y golpes para evitar la aparición de manchas.

Resistencia a enfermedades: apenas se han introducido resistencias, y sólo en casos extremos se recurre al injerto sobre tomate.

Cultivo

Fechas de plantación:

  • Plantación en la primera quincena de agosto, con recolección desde finales de septiembre a diciembre.
  • Plantación del 15 de agosto al 15 de septiembre, comenzando la recolección en octubre y finalizando en junio.
  • Plantación en la última quincena de diciembre, comenzando la recolección en marzo y finalizando en junio.

Marcos de plantación

El marco de plantación se establece en función del número de brazos a dejar en la poda de formación, del ciclo de cultivo, del desarrollo de la variedad, del tipo de invernadero, etc.

Los marcos más usuales son: 2 m x 0,5 m (a cuatro tallos), 1,75 m x 0,5 m (a tres o cuatro tallos), 1,5 m x 0,75 m (a cuatro tallos), 1,5 m x 0,5 m (a tres tallos) y 1m x 0,5 m (a dos tallos).

Aporcado

Se lleva a cabo a los 15-20 días del trasplante cuando se pretende realizar un aporte de materia orgánica (estiércol, humus de lombriz, etc.) en terrenos enarenados, cubriendo la parte baja de la planta con arena para protegerla del contacto con la materia orgánica.

Con el aporcado se favorece la formación de raíces precoces y el arraigamiento de las plantas, junto con ciertas escaldaduras con la finalidad de aumentar la aireación del terreno, de la que el cultivo se beneficia enormemente.

Poda de formación

Se lleva a cabo para delimitar el número de tallos con los que se desarrollará la planta (normalmente 2, 3 ó 4). Es necesaria para conseguir mayor precocidad y mejor calidad, mejorando las condiciones de aireación y luminosidad de la planta.

Después del aporcado, se eliminan los chupones y hojas que se desarrollan por debajo de la “cruz”. El número de brazos se elegirá en función del marco de plantación. Para la poda a cuatro brazos, habrá que dejar un tallo a cada brazo principal, a partir del cual brotará primero una flor, a continuación una hoja y de la axila de ésta, otro tallo, que se dejará hasta que aparezca la flor y se despuntará por la axila de la siguiente hoja, manteniendo esta última. Así se obtienen entre 25-30 frutos para la venta, de buen tamaño y uniformidad.

Ventajas de la poda de formación:

  • Más precocidad y mejor calidad de los frutos.
  • Mejora de la aireación de la planta y por tanto disminución de las condiciones favorables para el ataque de plagas y enfermedades.
  • &Facilita las prácticas culturales. Posibilita el estrechar el marco de plantación al incrementar el número de plantas por unidad de superficie.

Inconvenientes de la poda de formación:

  • Incremento de mano de obra.
  • Aplicación de productos antibotritis en los cortes efectuados.

Tutorado

Es una práctica imprescindible para evitar que los tallos se partan por el peso de los frutos, en las variedades erectas y que los frutos se deterioren, en el caso de variedades rastreras, aunque estas últimas actualmente están en desuso. Adicionalmente, mejora las condiciones de ventilación y luminosidad y, por tanto, la floración y el cuajado. Cada uno de los tallos dejados a partir de la poda de formación se sujeta al emparrillado con un hilo vertical que se va liando a la planta conforme va creciendo.

Deshojado

Se realiza sobre plantas adultas que no han sido sometidas a poda de formación, pues es recomendable aclarar la planta para favorecer la aireación, ya que las hojas son muy frondosas, eliminando algunas hojas del interior y las de la parte baja, así como aquellas senescentes o enfermas. Debe realizarse bajo condiciones de baja humedad ambiental y con plantas secas.

Aclareo de flores y frutos

En el ramillete floral sólo una de las 3-4 flores originará el fruto principal, por lo que conviene eliminar el resto.

Es aconsejable realizar un aclareo de frutos malformados o dañados por plagas o enfermedades.

Polinización y cuajado de frutos

Bajo condiciones adecuadas de temperatura y humedad relativa, la polinización puede verse mejorada con la aplicación de un chorro de aire dirigido a la flor. También se puede recurrir al uso de abejorros (Bombus terrestris).

Cuando las condiciones ambientales son adversas se requiere la utilización de fitorreguladores, que a las dosis indicadas no tienen por que alterar la calidad del fruto. Los más usados son: ANA amida 20% + 4 CPA 0,75% y ácido giberélico 0,5% + FENOTIOL 1%, aplicados a la flor, y ANA amida 1,2% + ANA 0,45%, en aplicación al suelo.

Fertirrigación

En los cultivos protegidos de berenjena el sistema de riego localizado es el más adecuado para el aporte de agua y gran parte de los nutrientes, que va a ser función del estado fenólogico de la planta así como del ambiente en que ésta se desarrolla (tipo de suelo, condiciones climáticas, calidad del agua de riego, etc.).

Es un cultivo con pocas necesidades hídricas al comienzo de su desarrollo, pero que posteriormente aumenta su demanda, siendo más exigente que el tomate y algo menos que el pimiento, con consumos medios que oscilan entre 1,5 litros por metro cuadrado y día, recién plantado en agosto, y 6 litros por metro cuadrado y día en el mes de junio.

El establecimiento del momento y volumen de riego vendrá dado básicamente por los siguientes parámetros:

  • Tensión del agua en el suelo (tensión mátrica), que se determinará mediante la instalación de una batería de tensiómetros a distintas profundidades.
  • Tipo de suelo (capacidad de campo, porcentaje de saturación).
  • Evapotranspiración del cultivo.
  • Eficacia de riego (uniformidad de caudal de los goteros).
  • &Calidad del agua de riego (a peor calidad, mayores son los volúmenes de agua, ya que es necesario desplazar el frente de sales del bulbo de humedad).

Consumos medios (l/m2.día) del cultivo de berenjena en invernadero

Existe otra técnica empleada de menor difusión que consiste en extraer la fase líquida del suelo mediante succión a través de una cerámica porosa y posterior determinación de la conductividad eléctrica.

En invernadero hay que procurar que el desarrollo vegetativo no sea muy rápido, por lo que después de la plantación hay que procurar que el suelo no tenga exceso de humedad, ya que un desarrollo exuberante traería consigo dificultades en la floración y fecundación de las escasas flores que puedan aparecer, manteniendo esta precaución hasta que hayan cuajado dos o tres frutos. Cuando los primeros frutos comienzan su desarrollo es necesario aumentar paulatinamente el volumen de agua, regando cada dos o tres días, e incluso a diario, dependiendo de las condiciones ambientales.

En cuanto a la nutrición, hay que cuidar la fertilización nitrogenada también con el fin de evitar un excesivo desarrollo vegetativo.

A la hora de abonar, existe un margen muy amplio de abonado en el que no se aprecian diferencias sustanciales en el cultivo, pudiendo encontrar “recetas” muy variadas y contradictorias dentro de una misma zona, con el mismo tipo de suelo y la misma variedad. No obstante, para no cometer grandes errores, no se deben sobrepasar dosis de abono total superiores a 2g.l-1, siendo común aportar 1g.l-1 para aguas de conductividad próxima a 1mS.cm-1.

Actualmente se emplean básicamente dos métodos para establecer las necesidades de abonado: en función de las extracciones del cultivo, sobre las que existe una amplia y variada bibliografía, y en base a una solución nutritiva “ideal” a la que se ajustarán los aportes previo análisis de agua. Este último método es el que se emplea en cultivos hidropónicos, y para poder llevarlo a cabo en suelo o en enarenado, requiere la colocación de sondas de succión para poder determinar la composición de la solución del suelo mediante análisis de macro y micronutrientes, CE y pH.

Es conveniente realizar análisis de suelo y agua previos a la plantación, así como análisis foliares a lo largo del cultivo para determinar posibles carencias, sobre todo de microelementos.

Niveles de nutrientes normales en hoja de berenjena

Los fertilizantes de uso más extendido son los abonos simples en forma de sólidos solubles (nitrato cálcico, nitrato potásico, nitrato amónico, fosfato monopotásico, fosfato monoamónico, sulfato potásico, sulfato magnésico) y en forma líquida (ácido fosfórico, ácido nítrico), debido a su bajo coste y a que permiten un fácil ajuste de la solución nutritiva, aunque existen en el mercado abonos complejos sólidos cristalinos y líquidos que se ajustan adecuadamente, solos o en combinación con los abonos simples, a los equilibrios requeridos en las distintas fases de desarrollo del cultivo.

El aporte de microelementos, que años atrás se había descuidado en gran medida, resulta vital para una nutrición adecuada, pudiendo encontrar en el mercado una amplia gama de sólidos y líquidos en forma mineral y en forma de quelatos, cuando es necesario favorecer su estabilidad en el medio de cultivo y su absorción por la planta.

También se dispone de numerosos correctores de carencias tanto de macro como de micronutrientes que pueden aplicarse vía foliar o riego por goteo, aminoácidos de uso preventivo y curativo, que ayudan a la planta en momentos críticos de su desarrollo o bajo condiciones ambientales desfavorables, así como otros productos (ácidos húmicos y fúlvicos, correctores salinos, etc.), que mejoran las condiciones del medio y facilitan la asimilación de nutrientes por la planta.

La fertirrigación carbónica consiste en el uso de agua carbonatada para el riego. El agua carbonatada se consigue mediante la inyección de CO2 a presión en la tubería principal de manera que al disolverse en el agua de riego produce ácido carbónico que reduce el pH del agua y origina diversos bicarbonatos al reaccionar con carbonatos y otras sales presentes en el agua. El agua carbonatada recibe a continuación los fertilizantes habituales para el riego cuya solubilidad mejora en un agua ligeramente ácida.

Para aportar CO2 al sistema de riego hay que tener en cuenta la presión de la línea de agua de riego, la distancia del punto de inyección de CO2 al primer gotero, la temperatura del agua, el sistema de difusión del CO2 en el agua y la cantidad de CO2 por litro de agua.

La utilización del agua carbonatada es rentable en el cultivo de la berenjena; encontrándose la dosis óptima en torno a los 0.20 g de CO2/l, produciendo los mayores incrementos de cosecha (Aguilera et al; 2002).

Ventajas de la fertirrigación carbónica:

  • Acidifica el suelo modificando la solubilidad de los micronutrientes.
  • &Aumenta la calidad y el número de frutos.
  • Favorece la disolución de los abonos utilizados.
  • Evita y elimina incrustaciones en la red de riego.
  • Ahorra abonos.
  • Sustituye parcialmente la utilización de ácido nítrico.

Documentación

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