La Página de Bedri
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ÍNDICELa página de BedriLa filoxera es el enemigo más temible de la vid. Es un pulgón (Phylloxera vastatrix Planchon.) cuyo único huésped conocido es la vid. La filoxera se encuentra en las formas "gallícola", "radicícola" y "alada y sexuada". En sus formas radicíola vive y se alimenta de las sustancias contenidas en la raíz mediante sus picaduras, siendo al poco tiempo causa de podredumbre de la raíz y de la muerte de la planta. La filoxera, está considerada como la plaga más global, devastadora y decisiva de la historia de la viticultura mundial. Y es que ningún evento, plaga o enfermedad, se propagó tan rápido e impulsó el cambio de los ejes de producción de uva de nuestro planeta como lo hizo la llegada de este insecto a Europa desde Norteamérica a finales del siglo XIX. Actualmente está presente en todos los continentes y es un claro ejemplo de la intervención del hombre como factor clave de la dispersión de un plaga. El insecto se propaga por las formas aladas, las cuales son arrastradas por el viento a largas distancias y de un viñedo a otro. Los ataques del insecto en la raíz de la planta se caracterizan por unos abultamientos en forma de nudosidades o tuberosidades y de un cierto grosor, que interrumpen las corrientes de savia. En su forma gallícola el ataque se manifiesta en la cara superior de las hojas por una especie de abultamiento o agalla provocada como causa de la puesta del insecto que suele ser extraordinaria. En el primer año del ataque del insecto, sus efectos son casi imperceptibles. En el año siguiente en que los sarmientos se cortan, las hojas pierden lozanía y en sus bordes desaparece la clorofila, tomando un tono amarillento; los frutos caen antes de su madurez debido a la podredumbre de las raíces, y la planta muere. Se debe precisar que las especies de vid europea son resistentes a la filoxera gallícola que se desarrolla sobre las hojas, mientras que las especies americanas lo son a la filoxera radicícola que se instala en la raíces. Por esta razón, desde finales del siglo XIX, se emplean especies americanas como portainjertos de la Vitis vinifera. Existe además una filoxera del peral, endémica de Portugal que apareció en Francia por primera vez en 1945. La contaminación de un pie de vid europeo por la filoxera produce su muerte en tres años. Son las generaciones radicícolas que forman nudosidades en las raíces que pueden ser infectadas o provocar la formación de tumores denominados tuberosidades que acaban matando a la planta. Las generaciones gallícolas producen agallas que no son mortales para la planta y que provocan una desclorificación de la hoja. En las vides americanas son las generaciones gallícolas las más peligrosas ya que las raíces no sufren daño alguno por las picaduras de la filoxera. La única cepa europea nativamente resistente a filoxera es la uva Assyrtiko que crece en la isla volcánica de Santorini, Grecia, sin saberse a ciencia cierta si su resistencia es debida al sistema radicular per se o a las cenizas volcánicas donde se desarrolla. Control .El control de la filoxera se basa en el injerto de variedades europeas sobre portainjertos resistentes. La Riparia, la Rupestris, la Berlandieri, puros o hibridados, ofrecen una gran garantía. A veces es necesaria una lucha directa en la parte aérea de la planta, mediante tratamientos de invierno/primavera en el momento de la aparición de las agallas de la primera generación. El InsectoInsecto homóptero, emparentado con los pulgones, de la familia Phylloxeridae parásito de la vid y originario de Estados Unidos. Fue descrito por primera vez en Estado Unidos por Assa Fitch, en 1854, quien lo encontró en agallas localizadas en el haz de hojas de vid americana y le dio el nombre de Pemphigus vitifoliae. Clasificación científica Reino: Animalia NotasPresenta un polimorfismo complicado, lo que hizo que en un primer momento no fuese detectado como una sola especie y recibiese distintos nombres por parte de distintos investigadores. En 1867, Schimer detecta un insecto alado, supone que se trata de un macho y lo nombra como Dactylosphaera vitifoliae. En 1863, aparece en unos invernaderos de Inglaterra e Irlanda y en 1867 Westwood lo nombra como Peritymbia vitisana. Es en este año, 1863, cuando comienza a comentarse entre los viticultores franceses de la Provenza la aparición de una extraña enfermedad en la viña del Château d’Aguillon. En 1868 Jules Émile Planchon, lo bautiza provisionalmente como Rhizaphis vastatrix, ya que se trata de un pulgón que daña las raíces de la vid. En 1869 se vuelve a la denominación Dactylosphaera vitifoliae al descubrir que todas estas formas tanto americanas como europeas pertenecen a la misma especie. DescripciónLas formas que presenta el insecto son: Partenogenéticas (hembras que se reproducen sin intervención del macho dando nuevas hembras), de color variable entre el amarillo y el ocre y de un tamaño variable entre 0,3 y 1,4 mm de longitud, sin alas. Presentan dos formas:
Forma sexuales , sin piezas bucales y que no se alimentan:
Ciclo biológicoSu ciclo biológico es bastante complicado, siendo diferente sobre vid americana (donde se desarrolla el ciclo completo) que sobre vid europea (donde sólo se produce la fase radicícola). Además, existe un marcado polimorfismo. Sobre vid americana podríamos resumirlo de la siguiente forma. Las hembras de la llamada generación sexuada ponen los huevos de invierno (uno solo por hembra) sobre la corteza de las cepas, en madera de 2 ó 3 años. De ellos, coincidiendo generalmente con la brotación de la planta, nacen las hembras fundatrices gallícolas y se instalan en las hojas, sobre las que se alimentan, fundando las primeras colonias. Como consecuencia de las picaduras, los tejidos vegetales reaccionan con una abundante proliferación de células que dan lugar a una agalla . En el interior de las agallas se encuentra la larva que la produjo. Dentro de la agalla, la larva chupa la savia de la planta y realiza cuatro mudas hasta alcanzar la forma adulta. Las hembras adultas son ápteras y se reproducen por partenogénesis. La fundatriz pone unos 500 huevos en el interior de la agalla durante un mes. A los 8-10 días eclosionan y aparecen las hembras neogallícolas-gallícolas. Éstas emigran de la agalla y forman nuevas colonias (agallas) en sucesivas generaciones gallícolas por partenogénesis (de 4 a 8 según regiones). Una parte, siempre creciente, de las larvas gallícolas abandona las hojas para ir a las raíces, donde constituyen colonias de neogallícolas-radicícolas, desarrollando varias generaciones durante el verano (6-8), también mediante partenogénesis. El ciclo se complica debido a las migraciones de más en más frecuentes de parte de las hembras partenogenéticas de las hojas a las raíces dando lugar a generaciones neogallicolas-gallicolas o neogallícolas-radicícolas. Al final del verano aparecen las hembras sexúparas aladas que salen al exterior y ponen huevos sobre los sarmientos, pero unos darán lugar a machos y otros a hembras, formando la llamada generación sexuada. La hembra fecundada es la encargada de poner el huevo de invierno. De esta manera se cierra el ciclo. Durante el verano, en América, la última generación de hembras tiene una muda suplementaria y se transforman en ninfas que producirán los ejemplares alados. Estas hembras aladas ponen sobre las hojas de la vid los huevos que darán los ejemplares sexuales. Éstos sólo viven unos días, el tiempo justo de copular y poner el huevo de invierno con el que el ciclo se cierra. Debido a la dificultad que presenta este insecto para desarrollarse sobre las hojas de vid europea, prácticamente efectúa todo su ciclo en forma radicícola, apareciendo ininterrumpidamente por partenogénesis una serie de generaciones ralentizadas en las épocas desfavorables. El invierno lo pasan en forma de larvas invernantes. En las generaciones de otoño, algunas larvas pueden transformarse en individuos sexúparos, que salen al exterior y pueden llegar a colocar huevos sobre la planta, pero las hembras fundadoras que aparecen en la primavera siguiente no son capaces de formar agallas y, aunque depositen huevos, no llegan a formarse hembras radicícolas. En las vides europeas atacadas se observan en los órganos aéreos los clásicos síntomas de afecciones radiculares (vegetación raquítica, clorosis, desecación de hojas, etc.). En el sistema radicular, las picaduras alimenticias de las larvas producen una hipertrofia de las raicillas, apareciendo unos engrosamientos conocidos como nudosidades, que originan parada del crecimiento, deformaciones y muerte. En las raíces más viejas aparecen tumores llamados tuberosidades, mucho más graves, ya que por ellos penetran en la raíz microorganismos que la pudren. En vides americanas el ataque sobre las hojas ocasiona la aparición por el envés de las típicas agallas, de forma más o menos esférica y color verde o amarillo rojizo. Sobre una misma hoja se puede encontrar un número variable de agallas. Cuando la invasión es muy grande, llegan a cubrir el limbo y las hojas detienen su crecimiento, se enrollan y caen. En cambio, las picaduras efectuadas sobre las raíces apenas causan perjuicios. En Europa la forma radicícola es la única viable; la forma sexual aparece raramente y su descendencia nunca sobrevive, las formas gallícolas no llegan a reproducirse. Importancia económicaLa filoxera es originaria del este de los Estados Unidos y provocó una grave crisis vitícola en Europa a partir de 1863. Se necesitaron más de 30 años para superar la plaga gracias a portainjertos de origen americano que eran naturalmente resistentes a la filoxera. Desde que se utiliza este sistema la filoxera se ha convertido en un problema menor. Actualmente todos los viñedos del mundo excepto los chilenos y los plantados en suelos arenosos son injertos de este tipo. En las vides europeas el insecto tiene problemas para desarrollarse sobre las hojas de vid y prácticamente efectúa todo su ciclo en forma radicícola. Sin embargo, en la vid americana las picaduras sobre las raíces no causan un gran daño. En cualquier caso, una vez que aparece la plaga, los insectos pueden chupar la savia de la planta hasta matarla. Las repercusiones económicas y sociales que supuso la llegada de la filoxera a Europa fueron devastadoras. La peor parte se la llevó Francia y el derrumbe de su producción influyó de forma decisiva en el auge internacional de zonas hasta entonces consideradas como de menor entidad. Mención especial merece el caso de Rioja, que resultó momentáneamente beneficiada por la desgracia francesa, ya que se arribaron a esa región compradores galos de vino con destino a su tierra, con el fin de paliar el creciente vacío que se produjo en Francia como consecuencia de la devastación causada por la plaga. La principal repercusión de este hecho fue el aumento de la superficie dedicada a viñedos en Rioja, que se duplicó en 20 años. Más tarde, la recuperación del viñedo francés y la aparición de la filoxera en La Rioja resultaron catastróficas para esta zona vitícola. La plaga redujo a menos de la tercera parte la superficie de viñedos en sólo 10 años. Fue necesaria una reestructuración del sector, que se llevó a cabo lentamente, y que apostó por la elaboración de vinos de calidad. De aquellos años data el proceso de emigración riojana hacia América. En 1910 más de 20.000 riojanos habían partido hacia el nuevo mundo buscando mejor fortuna. Cronología de la propagaciónLa introducción de la filoxera en Europa se produjo como consecuencia de la importación de vides americanas, bien directamente de los Estados Unidos o a través de los viveristas europeos, que las recibían desde el otro lado del Atlántico. A este hecho contribuyó la intención de algunos viticultores de ensayar especies y variedades nuevas de Vitis resistentes al oídio, enfermedad producida por el hongo Uncinula necator, que procedente de América había invadido los viñedos europeos a mediados del siglo XIX, así como el capricho de algunas personas o el interés de diversos centros de estudios ampelográficos por aumentar sus colecciones de variedades de vid. La filoxera contaminó viñedos franceses en primer lugar. Los primeros focos de la plaga son debidos a la imprudencia de los viveristas; la plaga se extendió en el país siguiendo la densidad de plantación y la influencia de los vientos dominantes. A pesar de las medidas tomadas por los distintos estados para controlar la importación de vid la filoxera ha infestado progresivamente los viñedos de todo el mundo exceptuando los plantados en suelo arenoso.
TratamientoProductores y científicos se encontraron desamparados frente a los estragos causados por la plaga. Con el tiempo se descubrió que los viñedos plantados en suelos arenosos eran resistentes al insecto (pues impiden la construcción de los túneles por los que llegan a las raíces). Pero como difícilmente se podía plantear de replantar todos los viñedos en este tipo de suelo se experimentaron distintos tratamientos más o menos afortunados. Pintar el tronco con una mezcla de distintas sustancias para intentar matar al huevo de invierno. Se utilizó una mezcla de cal viva, naftaleno, aceite de hulla y agua. La técnica no es muy eficaz. Tratamiento con sulfuro de carbono o sulfocarbonato de potasio: el método era bastante eficaz pero muy caro. El sulfuro de carbono es un gas que se inyectaba en el suelo y el sulfocarbonato es un líquido con el que se cubría la base de cada tronco. Tratamiento por baño. Consistía a ahogar al insecto inundando el viñedo. Excelente método pero que sólo podía aplicarse voluntariamente en los terrenos de regadío, los menos interesantes para los viñedos de calidad. Sustitución de las cepas europeas por las americanas resistentes al insecto. No era la solución adecuada pero contenía la idea que se aplica actualmente, la de los injertos de las cepas europeas en troncos americanos. Aunque se han probado distintos tratamientos químicos para acabar con la plaga, las únicas soluciones viables parecen ser la plantación sobre terrenos arenosos en los que la raíz no se ve afectada por el insecto (el suelo arenoso impide la construcción de los túneles por los que llegan a las raíces) y el uso de injertos de cepas europeos sobre raíces de cepas americanas, resistentes a la plaga. Desde 1979 una manera de escapar a la filoxera, es producir los viñedos en las playas arenosas de Provenza: Bouches-du-Rhône, extendiéndose de la costa Gard a la ciudad marítima de Saintes Maries de la Mer. La arena, el sol y el viento de esas áreas impiden la contaminación por la filoxera. El vino producido allí es conocido como "Vins des Sables" o "vino de las arenas". Esta última solución es la que se utiliza actualmente y de hecho, casi todas las plantaciones de vid se realizan con portainjertos de vid americana (vitis lambrusca). |
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