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La página de Bedri

Murcia, Albacete, Castilla-la Mancha España

La Denominación de Origen Jumilla posee una tradición vinícola importante desde siglos pasados. Ya desde la romanización hispánica, la vid era cultivada en este territorio. Pero fue a mediados del siglo XIX cuando la plaga de la filoxera castiga amplios territorios europeos, sobre todo Francia; lo que motivó el despegue espectacular de la economía vitícola jumillana, con el aumento de las plantaciones de vid y un incremento significativo de las exportaciones de mosto al país vecino, lo que enriquecerá al sector agrario local.

Con el paso del tiempo, Jumilla se convertirá en una de las Denominaciones de Origen más antiguas de España, con reglamentación desde 1966. Desde principios del siglo XX funciona la Estación Enológica (hoy Laboratorio Regional Agrario y Bodega Experimental) que actualmente colabora con el Consejo Regulador.

Área Geográfica:

Esta comarca se encuentra a caballo entre las provincias de Albacete y Murcia, y por tanto entre Castilla-La Mancha y Murcia. Del lado murciano un sólo término municipal, el de Jumilla, de enorme extensión y dando nombre a la comarca. Del lado albaceteño seis términos municipales: Montealegre del Castillo, Fuente Álamo, Ontur, Albatana, Tobarra y Hellín, que en su conjunto aportan tanto y más que la parte murciana de la comarca.

Es una comarca regada por ramblas y arroyos subsidiarios del río Mundo y por tanto del Segura, que permanecen gran parte del año secos. Son terrenos que en el norte, se encuentran a 800 y más metros sobre el nivel del mar y cuya altitud va descendiendo paulatinamente hasta llegar al Mundo y el Segura, con cotas del orden de 400 m. Es un espacio geográfico de las tierras de secano cayendo hacia los regadíos del Segura. En general podríamos decir que es una comarca colocada en una zona relativamente llana del Sistema Ibérico.

En la parte albaceteña está muy desarrollado el sistema cooperativo de producción del vino, mientras que en la parte murciana se encuentran grandes empresas, algunas de ellas también cooperativas.

Municipios:

Albacete: Albatana, Fuenteálamo, Hellín, Montealegre del castillo, Ontur, Tobarra,

Murcia: Jumilla.

Historia

El municipio de Jumilla se encuentra en al provincia de Murcia, en el Sureste de la península ibérica. La tradición de elaboración de vino en esta zona se remonta a tiempos de los íberos, de los cuales heredamos no sólo el cultivo de la vid, sino también de los cereales y el olivo.

Posteriormente, los griegos, grandes amantes del vino, continuaron con la tradición, habiéndose encontrado ánforas de vino en Coimbra del Barranco Ancho, en las proximidades de Jumilla. Con la llegada y dominio de los romanos este sector continuó creciendo, siendo en la época de la invasión árabe cuando el cultivo de la vid entró en declive debido a las leyes coránicas que prohibían su consumo.

En la alta edad media, ya recuperada la tradición, los intercambios comerciales se debilitaron y aunque se cultivaba la vid y se elaboraba el vino, éste era básicamente para consumo propio. Se han encontrado utensilios que ponen de manifiesto la existencia de una industria vitivinícola en los siglos XV y XVI. Aunque la superficie de viñedos en esta época era escasa. Durante el siglo XVII el cultivo de la vid fue in crescendo.

La edad de oro para los vinos de Jumilla comienza en el siglo XIX, a pesar de la plaga de  filoxera que arrasó muchas zonas del país. Como consecuencia de dicha plaga, comienzan a exportarse vinos a Francia transformándose la elaboración de los mismos.

Ya en el siglo XX, recuperado el mercado francés, y con el ataque de la filoxera a nuestras vides, comienza la crisis que se traduce en la reducción de los terrenos dedicados al cultivo de la vid.

A partir de 1.950 se produce el resurgimiento del sector y fue en 1.966 cuando se fundó la Denominación de Origen de Jumilla. Actualmente existen planes de reestructuración y replantación y se están introduciendo variedades diferentes a la tradicional Monastrell.

Condiciones físicas

Esta denominación se encuentra situada en el altiplano levantino, comarca de transición entre la llanura manchega y las tierras mediterráneas y se trata de un territorio elevado, de 400 a 900 m., su clima es seco y duro, continental, cálido en verano y frío en los cortos inviernos, e influido por el relativamente próximo Mediterráneo.

Jumilla es una zona agreste, donde los viñedos se extienden en una altiplanicie rodeada de montañas.

El clima:

El clima de Jumilla es de tipo continental, influenciado por la proximidad del mar mediterráneo al este y de la meseta de La Mancha por el oeste. Es un clima soleado, con unas 3.000 h de sol al año, y árido.

Los inviernos son fríos, las primaveras suaves y los veranos calurosos y secos. La temperatura media anual es de 16°. Suelen producirse heladas entre los meses de noviembre y marzo.

Las precipitaciones son muy escasas, llegando apenas a los 300 mm. anuales que caen de forma muy irregular, concentrándose durante la primavera y el otoño y siendo frecuentes las tormentas en verano, provocadora a veces de grandes daños cuando vienen acompañadas de granizo.

Son frecuentes las heladas tardías que ocasionan también grandes perdidas, sobre todo cuando coinciden con la floración de la viña.

El suelo:

Los suelos suelen ser calizos en las zonas altas, tendiendo a volverse más arcillosos a medida que se desciende en la altura con lo que aumenta la productividad del viñedo.

Su suelo es pardo y pardo-rojizo, calizo, suelto, pedregoso, que se ha desarrollado sobre depósitos calizos pedregosos procedentes de derrubios miocénicos de las sierras circundantes.

Los suelos son pardos, pardos-calizos y calizos con gran capacidad de retención hídrica y mediana permeabilidad, lo que permite subsistir a las viñas en épocas de sequía prolongada. Son suelos pobres en materia orgánica, su estructura no permite la propagación de la filoxera, son de PH alto y baja salinidad, con una textura franca y franco-arenosa que les confiere una buena aireación.

El viñedo:

Aunque la reglamentación actual de los vinos de Jumilla permite la utilización como variedades blancas de la , y como tintas la garnacha tintorera, l, realmente la práctica totalidad de las viñas que se cultivan en la comarca son de la variedad monastrell.

En la zona castellano-manchega de la comarca aumenta un poco la proporción de la variedad bobal, quizás como reflejo mimético de la próxima Manchuela.

El cultivo de la viña en la comarca de Jumilla se realiza con gran esmero, tendiendo hacia las formaciones en espaldera en cuanto se tiene un poco de agua disponible. En la actualidad se cultivan en esta comarca más de 40.000 hectáreas.

En las plantaciones cultivadas en régimen extensivo, la formación del viñedo se efectuará por el sistema tradicional en “vaso”, con un máximo de cinco pulgares por cepa, dos yemas vistas y la ciega por pulgar, y un máximo de 12 yemas vistas por cepa.

Los sistemas de poda del cultivo en régimen intensivo serán los siguientes:

Las variedades de uvas

La principal variedad de la zona es la tinta monastrell que constituye más del 80% del viñedo. Se trata de una variedad noble, austera, resistente y sufrida de pequeños racimos, con uvas, también pequeñas, de oscura coloración y gran riqueza en azúcares y en otros componentes nobles del extracto.

Uvas blancas:

Variedades autorizadas: Airén, Chardonnay, Macabeo, Malvasía, Verdejo,  Moscatel de grano menudo, Sauvignon blanc y Pedro Ximénez.

Uvas tintas:

Variedades preferentes: monastrell

Variedades autorizadas: Cabernet Sauvignon,  Cencibel,  Garnacha, Garnacha Tintorera, Merlot, Petit Verdot y Syrah.

Los vinos

La elaboración se realiza en base a maceraciones cortas, dada la gran pigmentación que posee la uva monastrell y a las altas temperaturas de fermentación que se alcanzan. El Jumilla-Monastrell, tinto o rosado, debe elaborarse al menos con el 85% de esta variedad.

Algunos tintos jóvenes se elaboran por maceración carbónica, o con moderadas crianzas; monovarietales de Monastrell o con participación de Cencibel o Cabernet Sauvignon.

La crianza se realiza en barricas de roble, pero, por no estar protegidos los locales adecuadamente contra el calor, el contacto con la madera se procura que sea corto, pues en muy poco tiempo se extraen de la madera el aroma y los taninos.

Tienen vinos blancos, rosados y tintos. Los blancos en mucha menor proporción. También se elaboran tintos doble pasta, afrutados rosados, y blancos. Existe asimismo una antigua tradición de elaboración de vinos rancios de Monastrell, secos o dulces, de muy prolongada crianza y muy finos.

Otras variedades foráneas como la merlot y syrah han demostrado su perfecta aclimatación a la zona cosechándose con ellas vinos muy complejos y de gran personalidad, lo que junto a la monastrell darán un impulso definitivo a los vinos de la comarca.

Vinos Blancos

Elaborados tradicionalmente con airén, hoy hay algunos muy interesantes elaborados con macabeo.

Los vinos blancos se elaboran a partir de las siguientes variedades. Airén, Pedro Ximénez y macabeo, obteniéndose unos vinos color pajizo, con vivos aromas a frutos del bosque y equilibrados en boca.

Son de graduación potente (12,5°-13,5°) color amarillo brillante. En nariz discretos con dejos frutales. En boca amplios y de marcado cuerpo.

Vinos rosados

La mayoría obtenidos a partir de la variedad Monastrell, mediante cortas maceraciones entre pulpa y hollejos, exhiben tonalidades rosas, frambuesas y cerezas, con matices morados, de aromas frutosos y elegantes, sabrosos y frescos en boca.

Con las variedades garnacha, garnacha tintorera y la cencibel, se obtienen unos magníficos rosados, color rojo cereza, con vivos aromas frutales, plenos y frescos en boca. Y la recientemente admitida cabernet sauvignon. Tienen una graduación de alrededor de los 13°.

Vinos tintos

Son los mas conocidos y representativos de la región. En otros tiempos eran vinos de muy alto contenido alcohólico, entre 15° y 16°, rudos y excesivamente corpóreos pero siempre sinceros y nobles. Hoy se ha moderado sensiblemente la graduación alcohólica.

Los vinos tintos, dominados por la presencia de la uva Monastrell, de fuerte color, generalmente rojo púrpura intenso con ribetes violáceos y muy expresivos y afrutado en nariz a frutos negros, maduros, ciruela, etc, con taninos vivos en boca y con gran estructura.

Los nuevos tintos de Jumilla hechos en general con la variedad típica de la zona monastrell y hoy algunos de syrah. Tienen un intenso y coloreado vestido. Aroma a frutos de bayas negras maduras, dejos a veces de fruta confitada. En boca son sabrosos, carnosos, de excelente expresión tánica.

A partir de la variedad Monastrell se obtienen unos excelentes vinos tintos jóvenes caracterizados por un intenso color rubí, con tonos violetas. En nariz dan aromas frutales muy limpios que recuerdan a frutos del bosque. En boca son cálidos, con mucha estructura y fuerza, con taninos vivos y persistentes. Presentan una graduación alcohólica de entre 12 y 14°. Los vinos de crianza, aparte de la elegancia de la madera bien integrada, son sabrosos y aromáticos.

Hoy hay muchos tintos envejecidos en madera que necesitan grandes cuidados por su tendencia a oxidarse. Los que envejecen bien, son orgullosos, potentes y muy largos en boca.

En cuanto a los vinos tintos de crianza, aparte de la madera bien integrada, son sabrosos, carnosos y de gran complejidad aromática.

Vinos dulces

El la D.O. de Jumilla no se deben olvidar los vinos dulces, naturales y de licor, vinos brillantes y densos, de gran intensidad de color, con olores a frutos maduros (pasas, higos, etc.) con buenas sensaciones táctiles y muy persistentes en boca, son vinos tradicionales de la zona y de innegable calidad.

Fundamentalmente tintos, elaborados con Monastrell, son de gran tradición en la zona, de alguna manera herederos del fondillón que gozó de tanto prestigio en España hace ya muchos años. Hoy un puñado de bodegas, con las ventajas que aportan las nueva técnicas, están volviendo a recuperar estos vinos tan especiales.

Maridaje:

El vino de Jumilla es auténtico, por esta razón marida muy bien con alimentos de la tierra murciana. Como sus vecinos los valencianos, los murcianos se las apañan fenomenalmente con los arroces. No en vano Calasparra es una de las pocas localidades de España que cuenta con un arroz con Denominación de Origen.

En los bares de Lorca es costumbre servir habas frescas, con su vaina y todo, de tapa. Pedir un jumilla en estos bares equivale a un vino y un manojo de habas que hay que ir abriendo y comiendo junto al vino.

También los vinos blancos nos ayudan a refrescar los buenos pescados del Mar Menor como las fantásticas doradas salvajes, los calamares o el bonito. Insuperable la "cazuela de pescadores" con su mero, rape, mujol, etc. O el "gazpacho de mero" que ponen en la costa.

También las migas, como en todas las zonas de pastoreo, tanto si se hacen a base de gachas como si son de miga de pan.

D.O.

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jumilla viene trabajando desde hace mucho tiempo por mejorar el prestigio de los vinos de Jumilla, pero su trabajo tropieza frontal mente con los intereses de las grandes empresas de Jumilla que, al poseer éstas un alto nivel de oligopolio en el mercado del Jumilla, marca a menudo su ley, pues, si no comprasen los vinos de Jumilla para su producción de vinos envasados en forma carente de prestigio (cartón), provocarían un colapso en las economías modestas, sobre todo de las cooperativas.

Consejo Regulador de la D.O. "JUMILLA"
c/ San Roque, 15
30520 - JUMILLA (Murcia)
www.vinosdejumilla.org

Reglamento

Orden de 10 de noviembre de 1995 por la que se aprueba el Reglamento de la Denominación de Origen Jumilla y de su Consejo Regulador.

Orden de 11 de octubre de 1996 por la que se modifican los artículos 6, 15, 17 y 27.1 del Reglamento de la Denominación de Origen Jumilla.

Orden de 18 de abril de 2001 por la que se modifica el reglamento de la Denominación de Origen "Jumilla” y de su Consejo Regulador.

Orden APA/1633/2003, de 5 de junio, por la que se modifica el Reglamento de la Denominación de Origen «Jumilla» y de su Consejo Regulador.

Orden ARM/859/2009, de 24 de marzo, por la que se modifica la Orden de 10 de noviembre de 1995, por la que se aprueba el Reglamento de la Denominación de Origen «Jumilla» y de su Consejo Regulador.

Orden AAA/828/2012, de 9 de abril, por la que se modifica el Reglamento de la Denominación de Origen "Jumilla" y de su Consejo Regulador

Bodegas inscritas

Añadas

Buenas: 1992, 1995, 1997, 2001, 2002, 2007

Muy buenas:  1990, 1991, 1993, 1994, 1996, 1999, 2000, 2003, 2005, 2006, 2008, 2009, 2010, 2011,  2012

Excelentes: 1998, 2004

Documentación

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