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Vino Montilla-Moriles
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ÍNDICELa página de BedriCórdoba, Andalucia, España.Montilla-Moriles es una Denominación de Origen fundada en 1944, cuya zona de producción se caracteriza por la dispersión de sus viñedos y donde la vid comparte espacio con el trigo y los olivos, en consonancia con la famosa trilogía mediterránea: pan, vino y aceite. Los caldos típicos de esta zona se elaboran con diferentes variedades de uva blanca. Se someten a crianza bajo velo de flor por el sistema de Criaderas y Soleras. Podemos encontrar, según su maduración, vino joven, fino, amontillado y oloroso. Estos caldos van oscureciendo sus tonos, convirtiéndose en vinos generosos, hasta alcanzar una graduación alcohólica máxima de unos 20º. Además, es originario del marco Montilla - Moriles el vino dulce denominado Pedro Ximénez, elaborado con esta variedad de uva. Su consumo se hace cada vez más popular, en buena medida por sus singulares características. Es consumido como acompañamiento para postres o formando parte de recetas dulces, amén de ser degustado en cualquier otra circunstancia. Montilla es otra de las denominaciones que intenta abandonar su clásica imagen con la apuesta por nuevas variedades de uva y nuevos sistemas de producción que la ayuden a una mejor comercialización de sus vinos y a reducir los excedentes, que podrían incluso hacer peligrar la conservación del patrimonio vinícola de la zona. Área Geográfica:Al sur de la provincia de Córdoba, en una franja de terrenos relativamente altos, entre 300 y 600 metros sobre el nivel del mar, que hay entre los ríos Guadalquivir y Genil, se encuentra la comarca productora de los vinos de Montilla-Moriles. Más exactamente la comarca se halla entre los ríos Guajoz y Genil. En esta área se encuentran ciudades como Puente Genil, Lucena, Fernán Núñez, Baena o Doña Mencía. El marco de producción de la Denominación de Origen se extiende por buena parte del sur de la provincia de Córdoba. Los ríos Genil y Guadajoz limitan sus fronteras oriental y occidental, en tanto que el Guadalquivir, al Norte, y las Sierras de la Subbética, al sur, delimitan su contorno. No todos los terrenos comprendidos dentro de estos límites se consideran aptos para la producción de uva destinada a la elaboración de los vinos amparados. El criterio selectivo es claro: ya se han definido los tipos de suelo idóneos para que la vid dé sus mejores frutos. El artículo 4º del vigente Reglamento la define así: "La Zona de Producción de los vinos protegidos por la Denominación de Origen Montilla-Moriles está constituida por los terrenos que el Consejo Regulador considere aptos para la producción de uvas de las variedades que se especifican en el artículo 5º, con la calidad necesaria para ser destinada a la elaboración de tales vinos, ubicados en los términos municipales de Montilla, Moriles, Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya y Puente Genil en su totalidad, y en parte los de Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella". Dentro de la Zona de Producción se distingue la Subzona de Calidad Superior, constituida por terrenos delimitados y seleccionados por sus especiales cualidades edafológicas: son los alberos de la Sierra de Montilla y de Los Moriles Altos. Las producciones máximas por hectárea quedan fijadas reglamentariamente en 80 hectolitros en la Zona de Producción y 60 hectolitros en la Subzona de Calidad Superior. Zona de producción: (10.000 Ha.) Municipios:Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Doña Mencía, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montalbán, Montemayor, Montilla, Monturque, Moriles, Nueva Carteya, Puente Genil, Santaella. HistoriaLos vinos de Montilla-Moriles son tan antiguos como los de Jerez, habiéndose encontrado restos arqueológicos de semillas viníferas de hace 3.000 años. Allá por el año 1665 se vendían vinos de Lucena en las tabernas gaditanas. Las elaboraciones tradicionales de Córdoba siguen las mismas vías de crianza que las de Jerez: la biológica y la oxidativa, y el mismo modo de envejecimiento y unificación de añadas. Cuenta Plinio que los habitantes de la Bética empleaban la resina para aromatizar y conservar los vinos, práctica enológica todavía utilizada en Grecia, donde la savia de pino se ha usado desde tiempo inmemorial, y cuenta también el historiador latino que los reyes de Tartesos de la dinastía de los Argantonio guardaban sus vinos en toneles de plata. Está demostrada, por restos arqueológicos, la fundación íbera de Montilla y la antigüedad del cultivo de la vid. Tan así es que, recientemente, han aparecido unas pepitas de uva, de viníferas, en las excavaciones realizadas que, según los expertos datan del siglo VIII o IX a C. Estos hallazgos son frecuentes en la mayoría de los pueblos que hoy integran la denominación de origen. Hace 2.000 años, la Bética era la primera productora de vino y aceite de aquél mundo, productos que exportaba en ánforas, bajo severos controles aduaneros, a Roma y al resto de Europa. Entonces, no sólo se cultivaba la variedad de uva llamada Cocolobis, citada por Plinio: una inscripción del Corpus de Hübner hace referencia a la plantación en la Bética de cepas procedentes de Falerno. Al respecto, habla Thouvenot de dos armadores narbonenses, a los que llama mercatores cordubensis, que se dedicaban, Guadalquivir abajo, a la exportación de aceites y caldos cordobeses a todo el Imperio. Durante la dominación árabe, aunque parezca extraño, el vino brilló con todo su esplendor y fue musa poética y literaria. Sánchez Albornoz, en sus Ensayos sobre historia de España, así lo afirma: "El fruto de la uva placía por igual al pueblo y a los magnates, era gustado con placer por califas y príncipes, lo cantaban sin misterio los poetas, embriagaba por doquier, incluso en el alcázar califal, a quienes lo frecuentaban con exceso, y hasta conseguía mover a benevolencia a los jueces o cadíes, encargados de condenar a los borrachos”. No puede olvidarse que la gran mayoría de la población seguía siendo puramente hispana, y que sus costumbres y tradiciones nunca fueron suplantadas aunque, en ocasiones, tuviesen que recurrir a argucias como la fatua, especie de bula que debían adquirir los creyentes musulmanes para poder beber, sin pecar, el vino que los médicos les recetaban como medicamento. En el zoco hispalense se realizaban transacciones de todo tipo de productos agrícolas, de igual manera que la administración califal de Alhaken I, en Córdoba, controlaba el mercado de vinos. Mal se debieron poner las cosas cuando, más tarde, Alhaken II ordenó arrancar dos tercios del viñedo cordobés, allá por el año 966, gritando al pueblo: "ven a rezar borracho". Lo arrancado se repuso y alguna parcela volvió a ser arrasada, la última vez por Boabdil, en 1483, que atacó los viñedos de los ruedos de Montilla. Sin embargo, como decía Cervantes, el moro tenía gran predilección por las pasas; quizá por este motivo gastronómico, y esperando una rectificación religiosa que aboliera la ley seca, los musulmanes no arrancaron todos los viñedos. Mientras los poetas arábigo-andaluces dedicaban al vino sus más deliciosos versos, los agricultores e investigadores debieron mejorar su calidad estudiando la manera ideal de cultivar las viñas y de elaborar y envejecer sus caldos, estudios que quedaron plasmados en diversas enciclopedias. A partir del XVI las citas literarias de los vinos cordobeses son extensas. Los grandes autores del Siglo de Oro hablan con frecuencia de los buenos vinos que, en ocasiones, fueron protagonistas de hechos singulares.Los caldos de Lucena eran enormemente conocidos en el siglo XVII. Miguel Herrero-García (La vida española en el siglo XVII) escribe que por aquellos años "en la demarcación de Córdoba había tres vinos renombrados, entre los que levantaba cabeza el de Lucena, una carga de la cual podía servir muy bien para regalo de la Reina de España como consta en los Avisos de Barrionuevo". En el siglo XVIII se asientan las bases de una buena parte de la vitivinicultura contemporánea de Andalucía Occidental. La añada desaparece, se pretende obtener, y sobradamente se consigue, una calidad constante, un tipo homogéneo de vino. Es más que probable que el descubrimiento fue casual. Alguien, por necesidad de espacio, pondría un barril encima de otro e iría rellenando el de abajo con vino del que estaba arriba. Visto los buenos resultados, el procedimiento fue adoptado por el resto de las bodegas de vinos generosos. Condiciones físicasEntre los ríos Genil y Guadajoz se encuentra enclavada la comarca vitivinícola de Montilla-Moriles. Sus tierras son blancas, de suaves vaguadas en las que se cultivan fundamentalmente las cepas de Pedro Ximenez. El clima:El clima de la comarca es básicamente de tipo mediterráneo, pero presenta ciertos caracteres de continentalidad, dada su altitud y al encontrarse en el interior. Sin embargo, la influencia de los vientos procedentes del Atlántico, que entran por el Calle del Guadalquivir, es notable y muy beneficiosa para la calidad del vino. Los inviernos son fríos y los veranos calurosos durante el día y atemperados durante la noche, lo que permite buena maduración de la uva con un alto contenido en azúcares lo que produce vinos con una graduación del 15% en alcohol completamente natural. Temperatura mínima media : 12,2 grados centígrados. Temperatura máxima media : 25,7 grados centígrados. Número de horas de sol efectivo : Entre 2.800 y 3.000 anuales. Pluviometría : Entre 501 y 998 mm. (zonas de crianza). El clima ofrece un enorme potencial para el cultivo ecológico, que comienza a desarrollarse. El suelo:El suelo de la comarca de Moriles-Montilla es calcáreo en general, lo que hace que, sobre todo en los cerros y pequeñas lomas, afloren tierras muy blandas por la cal, los alberos o albarizas, idóneos para el cultivo de la vid, ya que tienen una gran permeabilidad y poder, para retener el agua que llega poco a poco a la planta en las épocas de sequía. Por el contrario, en las partes bajas aparecen tierras rojizas, los ruedos, menos aptas para la producción de vinos de calidad y cuyo color rojizo es debido a la presencia excesiva de hierro que provoca la oxidación y las quiebras de los vinos. En Montilla-Moriles encontramos también suelos con alto contenido en sílice en los que se cultiva la variedad Pedro Ximenez. Este mineral provoca una refracción de la luz que adelanta la madurez de la uva proporcionando mostos a finales de agosto. Estas uvas suelen utilizarse para la pasificación y posterior elaboración del vino dulce Pedro Ximenez. La diferencia cualitativa del mosto procedente de uno u otro suelo es apreciable nada más terminar la vendimia. Tras varios años de crianza esta desigualdad se hace notoria. Valga la reiteración: nuestros remotos antecesores sabían donde debía plantar las cepas para obtener vinos de gran finura y calidad. La humedad debe oscilar en las bodegas entre el 60 y el 80%, y es por ello por lo que existe la costumbre de cubrir sus suelos con albero debido a su capacidad para retener el agua. El viñedo:La variedad predominante en la comarca de Montilla-Moriles es la blanca pedro ximénez que ocupa más del 80% de la superficie dedicada al cultivo de la vid. El resto de las variedades cultivadas son también blancas: moscatel, airén, montepila y baladí (verdejo), siendo la Pedro Ximénez la variedad considerada como principal, ocupa prácticamente el 75% de la superficie vitícola de la D.O. Las variedades de uvasEn la elaboración de los vinos amparados por las Denominación de Origen Montilla-Moriles, únicamente se utilizan variedades de uvas blancas. Uvas blancas Variedades preferentes: Pedro Ximénez Variedades autorizadas: Airén, Baladí, Verdejo, Moscatel de grano menudo, Moscatel de Alejandría, Torrontés, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Macabeo, cualquiera que sea la sinonimia utilizada para cada una de ellas. Los vinosDifíciles de resumir ya que la D.O. produce una gran variedad de vinos. Además, tiene vinos generosos y vinos jóvenes en una perfecta y ejemplar convivencia. Los vinos protegidos por la Denominación de Origen "Montilla-Moriles" se distinguen según las características de la uva, de los mostos y del proceso de elaboración y crianza a que cada uno de ellos es sometido, además de por su contenido alcohólico. Sus vinos a menudo se confunden erróneamente con los de Jerez, aunque la historia de los vinos de Montilla-Moriles es tan larga e ilustre como la de sus famosos vecinos. Las diferencias entre ambos vinos son bastante claras: el de Jerez es un vino de aroma aceitunado, a veces salino, de gusto muy seco, mientras que el de Montilla-Moriles desarrolla otros aromas continentales, a tomillo, romero, a monte bajo. Al paladar, son vinos que recuerdan a la avellana, mientras que los de Jerez tienen gusto almendrado. Además, los finos de Montilla tienen más cuerpo y son más oleosos, menos secos, con una baja acidez y un típico final rústico, amargo. Hay tres tipos básicos de vino de Montilla: jóvenes afrutados, de Crianza y generosos, que se consiguen a través del sistema de solera y ofrecen una amplia gama de estilos que van desde el fino o el amontillado (inventado aquí en el siglo XVIII) al oloroso. Pueden encontrarse los siguientes tipos de vinos: Fino, Oloroso, Pedro Ximenez, Amontillado y Palo Cortado junto con los nuevos vinos blancos. De entre todos ellos es el Pedro Ximenez el que ocupa la mayor parte del viñedo marcando el carácter de todos los vinos de la zona. Los vinos de uva Pedro Ximenez tienen un contenido de alcohol del 15% en total ausencia de alcohol añadido lo que les proporciona características más naturales y sabores y aromas más delicados. Toda la sabiduría de los hombres de Montilla-Moriles está dirigida a la producción de vinos generosos. Se realiza siguiendo los procedimientos comunes de la elaboración de vinos generosos andaluces. Sin embargo, hay un hecho diferencial que distingue los vinos de Montilla-Moriles y es que no es preciso encabezar los mostos, por tener mucha mayor graduación, entre 14,5 y 15,5°, para la obtención de vinos generosos finos. Las normas del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles exige que los vinos generosos han de tener una crianza bajo velo de flor o crianza oxidativa o ambas clases, deben seguir el sistema de soleras y criaderas durante un tiempo mínimo de dos años y en vasijas de roble cuya capacidad máxima sea de 1.000 litros. Vino mostoEs el vino que después de haber terminado su fermentación alcohólica y trasladado a otro dé pasito (deslía) - conserva aún muchas características de la fermentación. Destaca por su alto grado alcohólico (14,5 - 15,5°), acidez volátil alta, contenido en glicerina alto, y aromas secundarios específicos. De su crianza se obtienen otros vinos. Vino FinoSu color es amarillento pálido transparente, con dejos olivaceos, punzante en la nariz, de aromas variados, en boca es seco ligeramente amargo. Su obtención es mediante crianza en flor, siguiendo el orden de soleras y crianzas. Su graduación alcohólica varia desde 14° a 15°,5°. Vino Oloroso Vinos de mucho cuerpo, aterciopelado, aromático, seco o levemente abocado, de color similar al de la caoba. Su crianza es exclusivamente oxidativa, color caoba oscuro, bastante cuerpo aterciopelado y alto contenido alcohólico que va de 18° a 20°, y como consecuencia de su elevado grado alcohólico y de su no disminución de glicerina en su fase oxidativo, de elevado extracto seco. Vino enérgico y suave. Los olorosos de poco aroma y paladar son las llamadas rayas; los olorosos con características típicas de color y sabor y los olorosos de mayor calidad y aroma parecido al amontillado, son los palo cortado. Vino RayaLos Raya, de crianza exclusivamente oxidativa, parecidos a los olorosos, pero con menos paladar y aroma. Contenido alcohólico que va de 16° a 20°. Vino Palo CortadoDe crianza exclusivamente oxidativa. Semejante al Amontillado en su aroma, y a los Olorosos en sabor y color. Contenido alcohólico que va de 16° a 18°. Vino AmontilladoSu primera etapa de crianza la realiza bajo velo de flor, posteriormente es sometido a envejecimiento oxidativo prolongado en su etapa final, su color va cambiando, desde el tipo fino hasta bonitos tonos ambarinos y posteriormente oro viejo. Su aroma es complejo, punzante y completo. Su extracto seco es mayor que los vinos finos. La graduación alcohólica comprende desde 16° hasta 18°. Vino Pedro XimenezSu contenido en azúcar es muy alto, graduación alcohólica muy variable (8° - 15°). Color muy oscuro, denso y opaco, de extracto seco alto. Los cream se obtienen mezclando los Pedro Ximénez con vinos olorosos. Mención especial requiere la tecnología que se utiliza para obtener los vinos denominados pedro ximénez que, en Montilla-Moriles, adquieren la máxima calidad entre todos los vinos análogos producidos en el mundo y que son obtenidos a partir de esta variedad. Para conseguirlo, se parte de uva pasificada que, después de cortada, se somete a un asoleo previo que se realiza durante varios días (entre 4 y 12, según el estado de maduración de la uva) en las paseras o amplias extensiones de terreno, plano y endurecido en el que se colocan capachos de esparto, sobre los que se sitúa una delgada capa de racimos de pedro ximénez hasta que se pasifican. Esta uva pasa, que tiene muy baja proporción de líquido, se muele finamente y se somete a muy fuertes presiones utilizando, para ello, prensas hidráulicas parecidas a las utilizadas para la obtención del aceite de oliva. Este mosto, muy espeso, se encabeza con holandas, es decir, alcohol de vino, sin que exista fermentación alguna o una fermentación muy ligera e incompleta. Posteriormente se someten a una crianza oxidativa muy larga que produce unos colores naturales oscuros intensos. Vino blanco jóvenVino no generoso, sin envejecimiento, pálido, casi transparente, brillante, de aroma frutal y seco, o ligeramente dulce, en la boca, graduación alcohólica entre 10° y 13,5% vol Para su elaboración se utilizan las variedades autorizadas en el Reglamento de la Denominación de Origen, con la variedad principal Pedro Ximénez y junto a ella, otras variedades como Airén, Baladí-Verdejo, Moscatel, etc., vendimiadas cuando su contenido en azúcares ronda los 190 gramos por litro. La uva se selecciona meticulosamente y se elabora y fermenta con la más avanzada tecnología. Vinos blancos envejecidosSon vinos no generosos sometidos a envejecimiento en madera. Sus aromas son complejos con toques almendrados. Vinos ruedos.Vino sin envejecimiento, seco y ligero, generalmente pálido. Tradicionalmente se ha comercializado en la zona este tipo de vino envasado como "Vino nuevo de Tinaja" con la obligatoriedad de ser etiquetado en la misma campaña en que se producen. Con una graduación alcohólica adquirida mínima de 13% vol. Vino Pale dryVino seco y ligero, de color amarillo pálido a dorado con aroma y sabor propios de la crianza biológica bajo velo de flor. Tiene un grado alcohólico adquirido mínimo de 14% en volumen. Vino Pale CreamVino de color amarillo pajizo a dorado pálido con aroma y sabor propios de la crianza biológica, y un contenido en azúcares reductores entre 60 y 140 gramos por litro. Tiene un grado alcohólico adquirido mínimo de 13% en volumen.Vino MoscatelVino dulce natural obtenido a partir de mostos, ricos en azúcar, de dicha variedad de uva. Contenido alcohólico mínimo del 15% vol. Maridaje:Los vinos de Montilla-Moriles son los perfectos acompañantes Los vinos sin crianza y los jóvenes afrutados, servidos muy fríos son muy apropiados para los momentos de ocio y relax. El vino Fino está irremediablemente unido a las tradiciones festivas andaluzas donde el Fino acompaña durante toda la jornada. El oloroso resulta un buen aperitivo antes de las comidas. Perfecto acompañado por unos simples frutos secos. El amontillado resulta adecuado para los momentos que preceden a la noche. El Pedro Ximénez es el vino de postre por excelencia, sólo, o acompañando. Y a cualquier temperatura de servicio. D.O.Al amparo del Estatuto de la Viña y del vino de 1932, nace la actual denominación de origen Montilla-Moriles que en la actualidad cuenta con cerca de 7.000 hectáreas de viñedo, en el que aproximadamente un 23% corresponde a los viñedos plantados en la zona de calidad superior. Rita Pérez, s/n. ReglamentoO.M.12-12-85 (BOE 27-12-85) Reglamento de la Denominación de Origen «Montilla-Moriles» y su Consejo Regulador ORDEN de 23 de noviembre de 1995 por la que se ratifica la modificación del Reglamento de la Denominación de Origen Montilla-Moriles y de si Consejo Regulador Las producciones máximas por hectárea quedan fijadas reglamentariamente en 80 hectolitros en la Zona de Producción y 60 hectolitros en la Subzona de Calidad Superior Bodegas inscritas
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28 de Febrero,25 14.510 - Moriles Tfno.: 957.537.942 www.adoblasmartos.com Abos Velázquez C.B. Agrimenez, S.L. (La Primilla) Alvear,S.A. Bodega comercial vinícola del sur, S.L. Bodegas Delgado, S.L. Bodegas El Gallo S.L. Bodegas J. Nazareno, S.C.A. Bodegas La Calla, S.L. Bodegas Luque S.A. Bodegas Maillo e Hijos. S.L. Bodegas Málaga Virgen, S.A. Bodegas Navarro, S.A. Bodegas Robles, S.A. Bodegas llero, S.A. Bodegas Soc. de Plateros Bodegas Toro Albalá,S.L. Bodegas Vista Hermosa, S.A. Bodegas y Destilerías del Sur, S.A. Bonilla Palma, Ana Buenaventura Molina Benítez C.B. Bodegas Ulía C.B. Lagar Vista Alegre C.B. Lagar los Frailes Cabriñana, S.L. Vereda Centro de Inv. y Capacitación Agraria Coop. A. La Unión, S.C.A. Coop. A. N. S. de la Aurora, S.C.A. Coop. Olv y Vit. Coop. V. La Purima, S.C.A. Coop. V. Los Remedios ,S.C.A. Coop.V.San Acacio, S.C.A. Coop. Vit. N. S. Rosario, S.C.A. Coop. Vitiv. Local, S.C.A. Córdoba García, Rafael De Mora Escudero, Concepción Explotaciones los Borbones S.A. Fco. Alvear Hernández y Hs. C.B. Galan Portero, S.L. Grupo Pablo Quesada S.L. Hros.de Ángel Lara Carmona, C.B. Herederos de Torres Burgos, S.L. Hijos de M. del Pi, S.L. Jiménez del Pi,
Santiago (Cañada Navarro) Juan de Dios Villa Pérez La inglesa, S.A Lagar el Monte López López, Francisco Luis Lucena Lucena Luque-Romero López, Dolores (Los Raigones) Mora Chacón de Lucena, S.L. More, S.A. Moriles 47, S.A. Navisa, Ind. Vinicola Esp. S.A. Ojeda Chacón,Ant.Miguel Olivares Ramírez, Antonio Otai M. Cruz, S.L. Padillo Delgado, Alejandro Pérez Barquero, S.A. Portero Laguna, Juan Reyes Mesa, Juan Antonio Rodríguez Chiachio, S.L. Único Vinagres y Salsas, S.L.L. AñadasRegulares: 1995. Buenas: 1988, 1991, 1992, 1993, 1996, 1997. Muy buenas: 1989, 1994, 2003. Excelentes: 1990, 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2004. Documentación
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